Un grupo de pacientes del Instituto de Hematología y Oncología de la UCV, que está en cierre técnico desde el pasado 21 de julio, denunció que el Instituto Oncológico Luis Razetti, en San José, suspendió la administración de quimioterapia a quienes fueron derivados a ese hospital por fallas de insumos.

A pesar de la denuncia, el personal de salud del Razetti asegura que continúan atendiendo a las personas provenientes de la UCV. Sin embargo, enfatizan que tienen serias limitaciones debido a la escasez de yelcos, inyectadoras, catéteres y otros materiales básicos, lo que impide brindar atención oportuna a los afectados. «Le estamos dando prioridad a los pacientes del Razetti», dijo un trabajador.

Los enfermos aseguran que las enfermeras trabajan en un ambiente precario por falta de agua, cuya consecuencia ha derivado en padecimientos dermatológicos. De las dos salas de quimioterapia que dispone el Razetti, solo una está operativa. La falta de aire acondicionado mantiene inhabilitado uno de los espacios.

Hace varios días, Nuramy Gutiérrez, quien era directora del recinto y coordinadora del Sistema Nacional de Atención Oncológica, fue destituida de su cargo. El Universal contactó a Alfredo Sánchez, actual director, pero no obtuvo su versión en torno a las irregularidades.

EL UNIVERSAL