Los invito a convertirse en leones libres y no en ratones esclavos
Monseñor Porras le dio la primera comunión a mis hijos, diez años después de haberlos bautizado en la misma capilla. Esta vez acompañados por su espectacular amiga Federica y de retruque el bautizó de Sebastián, debido a un impasse aeronáutico que los ángeles resolvieron por tierra y que llenó de ternura la ceremonia. Aquí mi mensaje a ellos:
«Tienen tiempo preparándose para este día. Uno muy importante en sus vidas porque reciben a Dios dentro de ustedes. Pero no es la primera vez que Él ha estado cerca. La verdad es que siempre está, como en ese momento maravilloso en el que ustedes fueron creados o cuando vimos su cara, viéndolos nacer. Él estaba ahí en su primer llanto, su primera sonrisa, en el agua del bautismo, en el acto del cole, en cada cumpleaños, abrazo y beso que nos fusiona para siempre.
La diferencia es que ya no sólo está ahí, sino dentro de ustedes. La Iglesia nos dice que han sido invitados a la cena del Señor. Bueno, ya sé que parece extraño porque lo que vimos es que ustedes se los desayunaron a Él. Pero de eso se trata, de recrear el momento en que Él convirtió el pan en su cuerpo y el vino en su sangre para que podemos comerlo, tomarlo y tenerlo con nosotros.
Pero tenerlo no se trata sólo de tomar la hostia, sino de merecerla y para eso tenemos que ser, sobre todo, buenos. Hoy para ustedes es fácil, por que ya lo son. Pero la vida les pondrá muchas tentaciones difíciles de resistir. A veces lo lograrán y otras no, y no será el fin del mundo, pero serán más felices en la medida en que sean más las veces que las eviten que las que se arrepientan de ellas.
¿Pero qué es eso de ser buenos? En su preparación, Froila y Reyna les enseñaron los diez mandamientos. Son guías para ser un buen cristiano, pero también un buen judío o un buen musulmán, porque de lo que se trata es de ser buenos.
Yo sólo quiero agregar dos temas que me resultan claves por estos lados del mundo. El primero es su responsabilidad social. Es entender que a su alrededor hay muchas personas que no tienen la suerte de ustedes y que los necesitan. Entregarse y ayudarles les hará mejores siempre y entenderán con el tiempo que es mejor dar que recibir.
Lo segundo es entender que su reto más importante será crear, producir cosas nuevas, provocar cambios positivos en lo que les rodea. No pueden ser ustedes sólo receptores de lo que otros hacen o producen. Tienen que hacer y saber hacer. Porque quienes son capaces de producir cosas nuevas estarán protegidos siempre. Pueden robarles el producto de su trabajo, pero nunca lo que ustedes son capaces de hacer.
El filósofo español Fernando Sabater, plantea que el mundo está dividido en dos grandes grupos: los ratones esclavos y los leones libres. «El ratón pregunta: ¿qué me pasará?, el león pregunta: ¿qué haré? El ratón quiere obligar a los demás a que lo quieran para ser capaz de quererse a sí mismo. El león se quiere a sí mismo y entonces es capaz de querer a los demás. El ratón está dispuesto a hacer lo que sea en contra de los demás para prevenir lo que los demás pueden hacer en contra de él. El león considera que hace por sí mismo, todo lo que hace por los demás».
Como a mis estudiantes, los invito a convertirse en leones libres y no en ratones esclavos, estos últimos más populosos y disponibles. Hoy venimos a nuestra Iglesia a buscar ejecutores de presente y soñadores de futuro. Venimos por aquellos que como Shakespeare sienten que estamos hechos con la misma sustancia con la que se trenzan los sueños. Venimos tras la pista de hacedores de libertad. Venimos por aquellos que quieren rebelarse contra la vergonzosa apatía. Venimos por forjadores de su propia felicidad. Venimos por ustedes».
Luis Vicente León
@luisvicenteleon
