Venezuela en crisis
enero 27, 2014 7:39 am

Actualmente, la economía venezolana sufre la crisis económica y social más severa de los últimos veinte años. Se trata de la crisis de un modelo económico estatista que quiso hacer del Estado el principal propietario de los medios de producción.

 

Esa crisis se manifiesta en elevada inflación de 56,4%; pronunciada escasez, que según el BCV se cifra en 22,4%, es decir, de cada 100 productos faltan 22; caída de la producción de alimentos; declinación de reservas internacionales del BCV, que durante 2013 alcanzó US$ 8.500 millones y en lo que va de 2014 es de US$ 1.000 millones, lo cual configura una crisis de balanza de pagos y sobre todo una crisis en la forma de conducir la economía, hundida por las acciones previas de los ministros Giordani y Merentes.

 

Una de las vertientes del calamitoso cuadro que padece la economía venezolana tiene que ver con la situación de Pdvsa y su imposibilidad para aumentar la producción petrolera. Esa empresa anunció en 2005 el plan Siembra Petrolera para elevar la producción de 3.000.000 de barriles diarios a 6.000.000 de barriles diarios en 2011; pero en 2013 apenas produjo 2.800.000 barriles, menos que cuando comenzó el plan.

 

A ello se agrega que en diez años triplicó su nómina y aumentó más de 500% su endeudamiento, sin que todo ello signifique producir un barril adicional de petróleo. De cada 100 barriles producidos por Pdvsa, más de treinta no se cobran, unos porque van al consumo interno y los otros debido a que se destinan a pagar deuda con China y regalos a otros países. Ello ha mermado la capacidad de generar divisas para un país que depende en más de 60% de la comida que proviene del exterior para su alimentación.

 

Sin dólares suficientes y con el Banco Central actuando como una caja chica del gobierno imprimiendo dinero sin respaldado, era de esperarse -como efecto ocurrió- que el bolívar experimentara devaluaciones sucesivas y que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo llegue casi al 1.000%. Ahogados por la crisis que ellos mismos provocaron, recurre el gobierno a una nueva devaluación del bolívar, sin llamarla como tal, y a culpabilizar y ofender a los venezolanos que usaron su cupo en dólares, legalmente establecido, para viajar al exterior. Los venezolanos no son culpables de la crisis ni de la escasez de dólares.

 

El culpable es un modelo económico fracasado dirigido por un gobierno absolutamente inepto, que cambia y rota los ministros como cambiarse las medias. Las medidas anunciadas implican más devaluación y disminución del poder adquisitivo de los salarios.

 

Economista

Por José Guerra