¿Valen la pena los bonos venezolanos?
octubre 13, 2013 6:09 am

Lástima que tengamos que vivir endeudados, cuando podríamos estar en capacidad de prestar

 

Tener bonos venezolanos ha sido para el mercado internacional un gran «Deal».

 

Les pagaban mucho para compensar la charlatanería de los líderes políticos nacionales, mientras el riesgo real de default era bajo por dos razones: 1) necesitaban pagar para mantener abierto el financiamiento y 2) tenían con qué.

 

Pero las cosas se han complicado. Luego que la deuda presentó uno de los «rallys» más relevantes que se recuerdan, la caída reciente ha sido atómica.

 

El precio del petróleo y la producción petrolera no presentan variaciones significativas, incluso podríamos decir que los nuevos acuerdos de Pdvsa más bien apuntan a una recuperación de producción.

 

Nada hace prever una crisis en el mercado petrolero en breve y aunque el país sigue siendo irresponsable con sus reservas, mantiene recursos en Fonden, Pdvsa y el Fondo Chino. Nada distinto a lo de antes. ¿Qué hace entonces que el mercado se ponga nervioso y los precios se desplomen?

 

Tiendo a pensar que no se trata de lo que el Gobierno está haciendo sino de lo que NO esta haciendo. El Gobierno se pasmó. Las asignaciones de divisas caen, los mecanismos alternativos se secan y el mercado negro enloquece, la confianza de los empresarios se pulveriza y el mercado comienza a pensar que no se puede ser tan bruto.

 

Que tiene que haber una razón de fondo que impida que el Gobierno suelte divisas y lance un mercado alternativo que luce obvio. Y entonces aparece la justificación creativa: «están quebrados.

 

Si no hay plata ni para importar papel tualé , imagínate los pagos de deuda». El fantasma del default regresa al debate y ¡Kapum!: a vender, a vender que todo vas a perder.

 

No me ha sido fácil rebatir estos argumentos en Europa. El debate político colorido que ha decidido atacar a empresarios, imperio, oligarcas, iguanas y al mercurio en retrógrado, no ayuda para nada.

 

Pero hay algo que espero haber aclarado estos días. No es verdad que el Gobierno está quebrado (aunque si sigue así no respondo). Los recursos disponibles dan para pagar. La falta de acción se debe más a conflictos políticos internos y al miedo a los costos electorales que a la insolvencia. Pero lo más importante. La decisión de hacer un default es una acción terminal.

 

Para un gobierno que sabe que sus ingresos son volátiles y necesita cíclicamente endeudamiento externo, salir del mercado sería un «harakiri».

 

Si además agregas que esa cesación la haría un gobierno repleto de activos inmuebles en los países a los que se intentaría peinar, con barcos full de petróleo surcando los mares de los acreedores robados y con las cuentas de Pdvsa en bancos y transferencias que tocan a los afectados, hay que ser demasiado cabeza de ñame para defaultear a menos que estés totalmente quebrado.

 

Claro que los bonos venezolanos tienen riesgo. Por eso su rendimiento multiplica los de cualquier país decente. Pero brincar de ahí a pensar que son bonos basura, peores que los de Argentina, que si ha dejado de pagar con desparpajo su deuda cuando le ha venido en gana, es un brinco mortal.

 

Lástima que los venezolanos tengamos que vivir endeudados, cuando más bien podríamos estar en capacidad de prestar. Y peor que por esa deuda tengamos que pagar mucho más de lo que paga cualquier cristiano por ahí, debido a los discursos primitivos de nuestra dirigencia política.

 

A pesar de que un pana me dice que me cuide de las viudas arruinadas por un default (que él ve inminente), que me vendrán a echar la culpa de su desgracia, insisto en que si fuera un tenedor de capital, no me pelaría los bonos venezolanos. Después de todo, para esos inversionistas con estómago es que parece que trabajan los bocones que maximizan la prima por riesgo de la deuda local.

 

luisvleon@gmail.com

 

@luisvicenteleon