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Una línea coherente

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Una línea coherente

Reiteramos nuestra solidaridad con Leopoldo y su familia y nuestra fe en la nueva AN

 
La historia de Primero Justicia y Julio Borges ha sido coherente. Nacimos en marzo de 1992, precisamente como consecuencia del 4 de febrero. Primero Justicia nace como una organización de lucha por los derechos humanos, el diálogo y la construcción de una Venezuela digna.

 

 

Más de 20 años después, seguimos en la misma búsqueda.

 

 

Construir una mayoría para el cambio, luchar por la justicia y transformar Venezuela democráticamente. Siempre nos hemos deslindado de la violencia y los atajos. Nacimos para el largo plazo.

 

 

Cuando votar no estaba de moda, llamamos a votar. Cuando dialogar era estigmatizado llamamos a dialogar. Cuando se han tomado caminos no democráticos los hemos denunciado.

 

 

Eso es lo que lleva a que mucha gente vea en Primero Justicia la fuerza y la esperanza del cambio.

 

 

Todas estas acusaciones recientes son absolutamente ridículas, pero cumplen con al menos dos propósitos: a) tratar de distraernos de los graves problemas que enfrenta el país y desmoralizar el voto para la próxima Asamblea Nacional.; b) atemorizar a los que denunciamos y a la vez hacemos propuestas. Agradezco inmensamente las muestras de cariño y solidaridad que he recibido durante las últimas semanas. Venezuela puede estar segura que seguiré luchando con todas mis fuerzas para abrir el camino de progreso y oportunidades que merecemos todos los venezolanos.

 

 

El miércoles pasado Leopoldo López cumplió un año de prisión en la cárcel de Ramo Verde. La incapacidad del gobierno venezolano para impartir justicia, uno de los pilares más importantes para cualquier democracia, es patente y evidente. Luego de un año, el juicio no arranca y no aparecen elementos para ligarlo a delito alguno. Leopoldo no representa ningún peligro de fuga y sus credenciales le otorgan el derecho a ser juzgado en libertad. Como padre de familia, nos duele la crueldad de sus captores, al impedirle frecuentemente que lo visiten sus hijos.

 

 

La situación de Leopoldo la viven miles de presos comunes en Venezuela, cuyos retrasos procesales causan un grave trauma a las familias y en muchas ocasiones terminan en tragedia.

 

 

Reiteramos nuestra solidaridad con Leopoldo y su familia y nuestra fe en que la nueva AN que será elegida este año le abrirá las puertas para que pueda continuar su lucha en libertad.

 

 

borgesjulio2009@gmail.com / @JulioBorges

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