¿Un semi-cuero electoral?
enero 13, 2018 7:54 am

 

 

Como el chistoso concepto de la mujer semi-embarazada. Como los productos elaborados con “semi-cuero” (¿cuál será el semi-animal de donde sacan el semi-cuero? preguntaba con ingenio hace muchos años un querido amigo). Uno de los asesores de la MUD en las conversaciones con la tiranía venezolana en Santo Domingo, el doctor Juan Manuel Raffalli, publicó el pasado miércoles 3 de enero un tweet que generó una ola de ira en la red social del pajarito. Publiquemos en primer lugar el mensaje:

 

 

 

Un CNE “medianamente imparcial” es un árbitro electoral que se ajuste a la “imparcialidad promedio” de un país democrático. Eso es lo que se pretende.

 

 

 

¿En la preparación, ejecución y resultados de un acto electoral es posible ser “medianamente imparcial”? ¿Cómo es eso de la “imparcialidad promedio”? ¿Qué significan ambos conceptos en la práctica? ¿No se supone que los árbitros electorales deben ser independientes e impersonales, respetar totalmente la voluntad popular expresada en cada voto en cada urna –o máquina electoral, en el caso venezolano-? ¿Hay acaso un respeto “mediano” al voto?

 

 

No es el caso de afirmar que “no hay un sistema electoral perfecto”. Eso se sabe no solo por simple intuición, sino incluso desde 1951, cuando el futuro Premio Nobel de Economía, Kenneth Arrow, publicó su “teorema de la imposibilidad”, o “paradoja de Arrow”. Pero dejemos al señor Arrow tranquilo y sigamos con lo nuestro.

 

 

 

El descabellado tweet de Raffalli me recuerda una frase también disparatada de un ex–presidente colombiano, Julio César Turbay Ayala: la corrupción debe reducirse “a sus justas proporciones” (????).

 

 

 

Una de las más graves fallas del sistema electoral venezolano ha sido el secuestro de las actuaciones del órgano electoral por parte de los partidos políticos. Así, es una costumbre muy tradicional de la política venezolana el repartirse los cargos del Consejo Electoral entre los partidos. Conozco gente que sinceramente cree que los graves problemas de corrupción y manipulación electorales se arreglarían en gran medida si la repartición de cargos fuera más “justa” (actualmente son 4 magistradas chavistas y 1 señor opositor).  ¿A lo mejor el Dr. Raffalli en su tweet quería hacer referencia a esa disparidad?

 

 

 

Por otra parte, ¿cómo es eso de que un asesor del equipo negociador de la MUD hace públicas, a pocos días de la siguiente reunión, las posibles aspiraciones en materia electoral? Cualquier ser humano con mínima experiencia negociadora sabe que quien pide 50% de algo es difícil que obtenga 51, mucho menos 100%.

 

 

Mencionaba al comienzo que la famosa “imparcialidad mediana y promedio” generó tal ola de respuestas negativas que creo que una breve selección merece ser mostrada en esta nota. Como sus autores ya hicieron público sus nombres en Twitter también los incluyo. Dejé fuera especialmente aquellos mensajes de contenido exclusivamente ofensivo (que fueron muchos). ¿La conclusión? Está visto que a nadie le puede gustar una propuesta de semi-cuero elector

 

 

Marcos Villasmil