«Todos somos radicales»
julio 19, 2014 4:07 am

Experto en camuflar la incompetencia, el único anuncio fue más impuestos para el pueblo

 

Los 19 buques fondeados frente a Puerto Cabello, cargados con miles de toneladas de arroz, maíz, caraota, harina y azúcar, entre otros rubros alimenticios, nos recuerdan el fracaso económico que ha sido la revolución bolivariana.

 

Venezuela no es capaz de alimentarse y debe pagar en divisas lo que hemos dejado de producir. Cuatro millones de hectáreas productivas fueron expropiadas en quince años y el «Gobierno de la eficiencia» solo ha logrado poner a producir 50 mil hectáreas.

 

Un detalle adicional es que esos alimentos, especialmente los que vienen desde Argentina, suelen estar sobrecargados con comisiones de hasta 30%, según las denuncias que nos llegan desde el Sur.

 

Luego de habernos convertido en el país con la mayor inflación del planeta y provocar una escasez que ya llega a 30%, con su mal recordada «ofensiva económica», Nicolás Maduro anuncia otra tanda de acciones que bautizó con el nombre de «sacudón».

 

La expectativa puso al país frente a la cadena de medios de información con la esperanza de que esta vez sí habría un viraje, un cambio, alguna medida que corrigiera el rumbo.

 

Experto en camuflar la incompetencia y correr la arruga, el único anuncio fue una «revolución fiscal», que no es otra cosa que un simple aumento en los impuestos que se hará previo a una nueva devaluación. Estas son acciones desesperadas que los países que han despilfarrado recursos y aplicado equivocadas políticas, deben tomar para resarcir el déficit que dejan a su paso.

 

Luego de hablar del mundial, del PSUV, de Chávez y otros asuntos sin trascendencia, dijo que durante nueve días encabezará el sacudón a los mecanismos de funcionamiento del viejo Estado burgués (…) para posicionar bases sólidas de un nuevo Estado de verdad democrático, eficiente, eficaz, rumbo al socialismo. «Ha llegado la hora», enfatizó el aficionado a la salsa, para correr una vez más la arruga de la crisis. La gente habrá apagado su televisor para tratar de descifrar qué fue lo que quiso decir.

 

La mayoría de esos espectadores habrían olvidado cuando en diciembre de 2013, luego de ordenar la detención de los dueños y gerentes de Daka y otros comercios, el designado juró al pueblo, que los precios de los productos que había bajado «permanecerían en enero, febrero y para siempre». Pero en enero ya no había ni mercancías ni precios bajos.

 

Cierta expectativa ha causado el enfrentamiento ideológico en el chavismo. Se habla de ideológicos y pragmáticos y hasta de un viraje liberal de Maduro. Creo que la respuesta la ha dado Diosdado Cabello: «aquí todos somos radicales». En otras palabras, no habrá rectificación.

 

Francisco Olivares

@ folivares10