Las medidas populistas y engañosas anunciadas la pasada semana por Nicolás Maduro no solucionarán la grave crisis económica que atraviesa el país, y lo que se vislumbra es la profundización de esta crisis con una severa escasez de los productos básicos gracias a la improvisación y el mal manejo de los inmensos recursos del país.

Las nuevas disposiciones gubernamentales no atacan los factores que han generado este descalabro. En la larga perorata de Maduro, se pudo apreciar que no hay un solo anuncio encaminado a afrontar el severo desequilibrio que sufre la economía venezolana, el cual es causante de la elevada inflación, la escasez y la pérdida de reservas internacionales; mucho menos medidas para levantar la producción nacional.

La Mesa de la Unidad Democrática, al fijar su posición seria y responsable, destacó que el Gobierno sigue sin percatarse de que en realidad lo que está sucediendo es una caída en el nivel de la actividad económica, principalmente en la producción de alimentos debido a la falta de incentivos para producir, la carencia de divisas y un esquema de control de precios colapsado e inoperante. La inflación es un fenómeno de naturaleza económica y su solución requiere acciones coherentes en esa materia, principalmente en el orden fiscal, monetario y productivo.

El país requiere una política económica que cumpla un doble propósito. Por una parte, que ayude a estabilizar la economía y que permita disminuir la inflación, sin lo cual ningún programa de mediano plazo tendría sentido, y por la otra, sostener el crecimiento y la diversificación de la economía.

Se hace necesario el respeto de los derechos de propiedad, el cual debe ser una política de Estado. Está demostrado que aquellas economías donde estos derechos están claramente establecidos y se respetan, son aquellas donde fluye la inversión, crece la economía y aumenta el ingreso.

Lo ocurrido fue que el Gobierno malbarató las riquezas del país que les pertenecen a todos los venezolanos, y ahora pretenden señalar al pueblo como culpable de todos estos desbarajustes. Lo que se anunció fue la creación de más burocracia, estructuras y controles que solo generarán mayor corrupción y desabastecimiento.

El próximo 8 de diciembre, el pueblo con su voto les dirá ¡no! a los farsantes y hambreadores, hoy enquistados en el poder.

Alcalde Metropolitano

Por antonio Ledezma