Ni pan, ni tortas
agosto 15, 2016 6:31 am

La Reina María Antonieta de Francia ha sido severamente juzgada por la historia. Cuentan que cuando le dijeron que el pueblo no tenía pan, ella respondió “entonces que coman tortas”. Pero lo más probable es que María Antonieta no hubiera tenido la más remota idea de las vicisitudes por las que pasaba el pueblo francés: casada a los catorce años con Luis XVI, salió de un palacio en Austria para meterse en otro palacio en Francia. En una época sin comunicaciones, una joven inteligente pero sin cultura, caprichosa y adulada, se dedicó a divertirse. Su idea de lo que era la vida campestre lo resume el “Hameau”, un pueblo campestre que mandó a construir en Versailles para jugar a que era una pastorcita. Si los pastores franceses hubieran vivido así, hubieran tenido todos los manjares, comodidades y placeres conocidos, no sólo panes. María Antonieta conoció parte de la vida real cuando fue hecha presa.

 

 
Pero los años pasan y desde la decapitación de María Antonieta han transcurrido 223 años. Estamos en la era de la comunicación y nadie que esté en el poder puede mandar a comer tortas si no hay pan. La información es inmediata y exacta y la Historia no perdonará a quienes lo hagan.  En el caso venezolano, donde no hay pan, ni tortas, ni harina de maíz, ni de trigo, ni muchos otros insumos de la cesta básica; donde no hay remedios para cualquier enfermedad, desde la más simple hasta la más complicada y lo que se consigue está a precios impagables, resulta increíble y sobre todo, imperdonable, que no se haya decretado la crisis humanitaria.

 

 
El caso es tan grave que altos miembros de la cúpula chavista ya no hablan de guerras económicas, ni culpan de que lo que está sucediendo a los gringos, los “pelucones” o la “burguesía parásita”: culpan directamente a Maduro. Clíver Alcalá, Barreto y ahora hasta el mismo Diosdado Cabello le ha dado su mazazo. Y es que saben que el futuro del chavismo depende de la salida de Maduro, quien cargará con todas las culpas, las de su padre y las propias. Es mejor sacrificarlo a él que sacrificar el veinte y tantos por ciento que aún les queda. Pero el tiempo corre en su contra. Cada día que pasa es un día menos en la recuperación del chavismo. ¿Se atreverán a sacar a Maduro?…
Amanecerá y veremos…

 

 
@cjaimesb