La libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados, constituye un acto de necesaria justicia. Millones de venezolanos estamos esperando por esa decisión gubernamental y la época de Navidad es la más propicia. Este sentimiento es planteado interpretando un amplio reclamo nacional, porque no existen razones valederas para mantener en el encierro y fuera de su Patria a quienes desean desde hace muchos años pasar las navidades en compañía de sus familiares.
Se trata de venezolanos, secuestrados unos, y aventados fuera del país otros, por un régimen que no respeta los más elementales derechos humanos. No se está pidiendo clemencia, sino el acatamiento a lo establecido en nuestra Constitución Nacional, y es Maduro quien debe tomar la decisión, porque es público y notorio que es él, quien imparte las órdenes a la Fiscalía General de la República y a los jueces que llevan estos casos. De manera permanente estamos declarados en pie de lucha por estas demandas.
Es necesario que el régimen ordene la libertad a todos los presos políticos, y el regreso de exiliados, para que los venezolanos respiremos algo de paz y tranquilidad en estas navidades. ¡Pero no! La naturaleza de quienes nos gobiernan es autoritaria, y por eso se afincan con la represión.
Usan todas las vías y se valen de los artificios y mecanismos que sean. No tienen recatos, escrúpulos ni piedad con nada ni nadie. Tercamente, el régimen se abstiene de darle cumplimiento a un mandato de las Naciones Unidas, emanado a través del Comité contra la Tortura, que ordena la liberación inmediata de todos presos políticos entre ellos Leopoldo López, Daniel Ceballos, Enzo Scarano y Salvatore Lucchese, así como a los jóvenes detenidos por protestar a raíz de los sucesos del pasado febrero.
En varias ocasiones he tocado este tema, sobre el que insisto, porque es de tal gravedad el panorama, que estimo indispensable, necesario y juicioso alertar a la ciudadanía venezolana y a los organismos del mundo que se ocupan de resguardar los derechos humanos, de lo que pasa aquí, en nuestro país, e insistir en que se elimine la vergüenza penitenciaria nacional.
Lo primero a advertir es que quienes detentan el poder, tienen como propósito ocuparlo para siempre, como el que se apropia de un bien y dispone de él, como si se tratara de un objeto. Esa es la situación que padecemos en Venezuela. Un régimen que surgió de unas consultas populares para luego alzarse con el control de las instituciones fundamentales del estado, desde donde manipulan decisiones con la idea perversa de controlarlo todo.
@alcaldeledezma
