Mango, canela y pimienta dulce.
septiembre 24, 2014 2:31 am

El gobernador del estado Aragua, Tareck El Aissami, aseveró el pasado jueves 18 de este mes «que la campaña mediática y terrorista contra el Hospital Central de Maracay constituye una jugada más de la derecha venezolana en la planificación de un golpe continuado contra la Revolución Bolivariana».

 

Este lunes 22 de Septiembre, las siguientes instituciones: Vicerrectorado Académico UCV, Escuela Medicina Vargas, Facultad Ciencias Salud UC, Colegio Medico de Aragua, Academia Nacional de Medicina, Instituto de Medicina Tropical, Sociedad Infectologia, Infectología HUC, Somir HUC, Cátedra Salud Pública UCV, Organizaciones Derechos Humanos (Acción Solidaria), Red de Sociedades Científicas, CENDES, Sindicatos Salud, Estudiantes Medicina UCV, Residentes, @MedicosXLaSalud en rueda de prensa expresaron que: «NO HAY DUDA CLÍNICA NI SEROLOGICA: ESTAMOS ANTE LA PRESENCIA DE UNA EPIDEMIA DE CHIKUNGUYA».

 

Según estos científicos graduados en las universidades más importantes del país, con especializaciones y post grados cursados dentro y fuera de Venezuela «la estimación de infectados oscila de 67 mil a 110 mil casos a nivel nacional, (equiparable con otros países de la región)»

 

Por su parte, el señor Maduro ha dicho al inicio de la semana «que solo las autoridades de salud pueden hablar del Chincungunya. ¿Cuál artículo de la Constitución Nacional da esa exclusividad? ¿Por qué los profesionales de la medicina que enfrentan diariamente el tema en hospitales y clínicas de Venezuela no pueden dar opinión, denunciar o alertar sobre cualquier situación epidemiológica?

 

Los venezolanos ¿no tenemos el derecho a conocer la situación de un virus que afecta al ser humano y del cual podemos ser víctimas? ¿No tenemos derecho a conocer su penetración para protegernos, cuidarnos, cooperar entre nosotros quienes habitamos este país sin distinción de ideologías o creencias? El zancudo no conoce de izquierda o derecha. El pica…y enferma.

 

No es cuestión de crear angustia, pánico, miedo o zozobra en la ciudadanía, todo lo contrario. Informar oportunamente del alcance de este virus para tomar las medidas necesarias en nuestros hogares, establecimientos, comercios y parques inundados de mosquitos y zancudos y evitar ser picados por ellos, es una necesidad.

 

En Colombia y Perú, por ejemplo, ya crearon cordones sanitarios y fronterizos para evitar la propagación del Chincunguya y nadie ha sido perseguido, investigado o apresado por hablar de ello.

 

Aquí, donde, según la data que arroja el Boletín Epidemiológico No. 37 del Ministerio de Salud, hay un aumento del 22,70 por ciento de casos de fiebre con respecto a la semana anterior, exigen silencio. Asegura el señor Maduro «lo estamos combatiendo y está muy controlado en el país», pero nombra un «Estado Mayor» para la guerra contra el dengue y Chincungunya. Una amiga y colega me recordaba: «en Venezuela hemos tenido Estado Mayor Eléctrico, Estado Mayor para la Vivienda, Estado Mayor Fronterizo, Estado Mayor de abastecimiento…¿han sido eficientes?»

 

Miedo, angustia, pánico y zozobra lo producen la escasez de medicinas en Venezuela.

Ante la carestía, el venezolano siempre creativo y colaborador ha recomendado por las redes sociales paliativos a las dolencias que producen estos cuadros febriles. Yo misma probé uno de ellos, me dio resultado: «En agua ponga a calentar hoja de mango, canela y pimienta dulce. Haga un te y lo toma de dos a tres veces al día, por tres días» No se si me investigarán por compartir esta receta del ingenio venezolano, pero funciona.

 

pereznitu@gmail.com

@NituPerez