CAMBRIDGE – Donald Trump no le gustan los latinoamericanos y aboga por la construcción de un muro para separarlos de los Estados Unidos. Como es habitual en este tipo de desaires, los latinoamericanos tienden a corresponder a la confianza, al igual que los musulmanes y otros que se sienten ofendidos por el candidato presidencial del Partido Republicano. Pero muchos de los que no les gusta Trump comparten su pasión por las políticas restrictivas de inmigración.
Probablemente hay pocas áreas de la política pública en la que algo que es tan bueno para la sociedad se muestra como un ser tan malo. Por supuesto, la proyección de los problemas de una sociedad en cabezas de turco extranjeros es una vieja táctica política. Sin embargo, el grado en que la hostilidad hacia la inmigración va en contra de la evidencia de sus efectos saludables es sorprendente.
Frente a los yihadistas de Francia
Brigitte Granville examina lo Fawaz Gerges, Noëlle Lenoir, Bernard-Henri Lévy, y otrasProject Syndicate comentaristas piensan que está impulsando repetidos ataques terroristas, y lo que se debe hacer para detenerlos.
Las investigaciones recientes sobre la inmigración muestra muy grandes efectos positivos sobre el bienestar de la población local. Bill y Sari Kerr han demostrado que, mientras que los inmigrantes representan alrededor del 13% de la población de Estados Unidos, que representan el 26% de todos los empresarios, y alrededor del 36% de las nuevas empresas tienen al menos un inmigrante en el equipo de liderazgo. Esto sugiere que la inmigración es una gran parte de la historia detrás de la vitalidad económica de Estados Unidos y la creación de empleo.
Este no es un fenómeno exclusivamente estadounidense. Por el contrario, es bastante universal. En Chile, los inmigrantes procedentes de países no limítrofes son cuatro veces más propensos a ser empresarios que los nativos. En inmigrantes portugueses, que se trasladaron allí principalmente en los años 1950 y 1960, y cuyo nivel de educación formal fue menor que la de los nativos Venezuela, italiano, español, y, eran diez veces más probabilidades de ser empresarios. Hoy en día, los albaneses de regresar a su país de Grecia después de la crisis de 2010 se convirtieron en empresarios y el aumento del empleo y los salarios de los que nunca se fue, como se muestra por Ljubica Nedelkoska de Harvard.
En la investigación en curso con Juan José Obach, se encontró que los panameños que trabajan en industrias y regiones con más extranjeros ganan significativamente más que los que trabajan donde los extranjeros son menos prevalentes. Esto indica que está en el interés de la gente para tener más extranjeros alrededor. Dany Bahar, de Brookings Institution y Hillel Rapoport de la Escuela de Economía de París han encontrado que los países ‘ventaja comparativa evoluciona hacia la de sus migrantes países de origen: el nuevo país se convierte buenos para producir lo que el viejo país hace con éxito.
La diferencia es que, en general, muchos países en desarrollo tienen políticas de inmigración y empleo exterior más restrictivos que los EE.UU. lo hace. Estas políticas también tienen efectos negativos sobre la migración más grandes, debido a que estos países no son los destinos más atractivos para empezar.
Considere la posibilidad de Chile, uno de los países más ricos de mayor éxito y podría decirse que en América Latina, al cual le gusta compararse con Australia, Nueva Zelanda y Canadá, países bien administrados que son ricos en recursos naturales. Pero ahora es Chile en una rutina: no se pone al día con los más ricos, y que está teniendo problemas para diversificar su economía.
Como se pondera por qué, que se beneficiaría de la comparación de sí mismo a sus modelos a seguir en cuanto a la proporción de la población que es de origen extranjero. En Chile, es de menos de 2%.En Australia, Nueva Zelanda y Canadá, que es el 27%, 28% y 20% , respectivamente, como consecuencia, en parte, de las políticas de inmigración de activistas de estos países.
Políticas activistas también fueron detrás de los casi un millón de Judios soviético que Israel atrajo a principios de 1990, lo que representa el 12% de la población israelí. Los estudios han demostrado que esta enorme experimento tuvo grandes efectos positivos en la economía y en los locales especializados.
Los inmigrantes desaparecidos en Chile pueden ayudar a explicar la falta de espíritu empresarial, la innovación y la diversificación. Los pocos coreanos que permiten la entrada de Chile ayudó a revivirsu industria textil.
Colombia es mucho peor que el de Chile en este sentido. Allí, los extranjeros representan menos del 0,3% de la población; de hecho, hay más de 15 colombianos en el exterior para todos los extranjeros que viven en el país.
Son los niveles extremadamente bajos de la inmigración en Chile y en Colombia un problema de la baja demanda externa o altas barreras internas? Esta pregunta puede ser respondida mediante el estudio de una muy triste experimento natural en curso: la emigración masiva de Venezuela, debido a la implosión económica y social catastrófica del país.
Venezolanos, entre ellos los más talentosos, han estado tratando de encontrar lugares para ir. Usted se equivoca si imaginado que los burócratas en Chile y Colombia tenían cosas más importantes que hacer que la restricción de la inmigración. Ambos países han estado dejando muy pocos venezolanos entrar, proporcionalmente menos de Costa Rica, Panamá, Canadá, España, Australia y los Estados Unidos, los países que se encuentran en ambos extremos de Chile y Colombia en términos de ingresos o nivel de habilidad.
Colombia, por ejemplo, ha suspendido un mecanismo de visa basada en el Mercosur para los venezolanos sobre la base de que Venezuela no le corresponde. Esta decisión no es sólo sin corazón;es autodestructivo patentemente, que asume que Colombia está intercambiando el acceso de Venezuela a su país para el acceso de los colombianos a Venezuela. Pero los beneficios para Colombia provienen de las habilidades, el espíritu empresarial y la diversidad que atrae, no desde los que se suelte. Y ¿quién querría ir a Venezuela en estos días, de todos modos? La invocación de la reciprocidad es una tontería digna de Trump.
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El problema de las malas políticas de inmigración no se limita a América Latina. Sudáfrica, por ejemplo, podríabeneficiarse enormemente de relajar sus capacidades y limitaciones de la iniciativa empresarial a través de las políticas de inmigración más liberales. Pero el país se ha movido en lugar exactamente en la dirección opuesta .
Las políticas de inmigración que Trump quiere para los EE.UU. tienen una extraña semejanza con las políticas adoptadas en los países que no le gusta y que no les gusta a él. Si se adopta, Trump lo más probable es buscar nuevas cabezas de turco. Pero las cabezas de turco actuales deben aprender a rechazar sus propias políticas de inmigración tanto como ellos parecen tener aversión Trump.
Ricardo Hausmann
Project-syndicate.org
