Las tres guerras de Maduro
septiembre 20, 2014 5:38 am

Es poco lo que se puede comentar acerca de la llamada «guerra bacteriológica» a la que el presidente Nicolás Maduro atribuye ahora la causa de la situación crítica por la que pasa el sistema de salud en Venezuela. Igualmente podríamos decir de otra, la llamada «guerra psicológica» que está referida justamente a los medios de comunicación que publican información de esas o las otras crisis, o a los voceros que denuncian la escasez, falta de insumos, de recursos o falta de prevención en los centros de salud.

 

A cada crisis que explota en la cara al Gobierno debido a las malas políticas, la dirigencia madurista se la atribuye a una presunta «guerra» gestada desde laboratorios clandestinos manejados por la oposición.

 

De de haber sido cierta, habría que reconocerle a esa oposición la creatividad y eficacia para poner al Gobierno contra la pared, salvando el aspecto diabólico como lo sería atentar contra la vida en el caso de la crisis de la salud y la «guerra bacteriológica».

 

Tan poco convincente es la acusación que pocos voceros se ocupan de rebatir las extravagancias del Gobierno, a pesar que desde la Presidencia se imparten órdenes de encarcelar a los médicos y voceros que denuncian la gravedad de la crisis de la salud en Venezuela y se bloquean los medios que difunden sus denuncias.

 

Pero todos sabemos, incluyendo los militantes del PSUV, que tales guerras son ideas construidas en la imaginación de las autoridades con propósitos propagandísticos, para ofrecer a las bases partidistas y a los sectores que mantienen su confianza en el PSUV, una explicación del porqué tantas políticas fracasadas.

 

La escasez, la inflación, la inseguridad y la desinversión venezolana son situaciones únicas en el continente, para lo cual el Gobierno no tiene explicación de porqué ocurre, cuando prácticamente ya controlan 60% de la industria de alimentos y la distribución y comercialización de esos bienes. ¿Por qué ahora no hay cemento ni cabillas en las ferreterías luego de las estatizaciones?

 

La mejor fórmula para explicar el fracaso económico por el momento es con las tres guerras de Maduro: «la económica, la bacteriológica y la psicológica».

 

Sin embargo estas campañas parecen tener poco efecto y son poco creíbles para el venezolano.

 

La caída en la popularidad, credibilidad y confianza para manejar los destinos del país por parte del actual Presidente están seriamente cuestionados.

 

La encuesta de la firma Keller y Asociados del segundo semestre de 2014 registra la peor caída del chavismo en 15 años: 72% de la consulta piensa que la situación del país es negativa. La popularidad de Nicolás Maduro baja de 53 con la que inició su gobierno a 33%, y 94% de los consultados aceptan la idea de que el Presidente perdió el rumbo.

 

Estas cifras son como para preocupar al chavismo. A pesar del enfrentamiento que se registra en la oposición y la indefinición de una línea unitaria, de los seis dirigentes que aparecen con mayor aceptación, cinco son opositores. El único dirigente que aparece con alguna aceptación en el país entre los primeros seis puestos es Elías Jaua frente a cinco opositores.

 

Son realidades que seguramente deberán ser analizadas por las dirigencias de ambos sectores.

 

Francisco Olivares

 @folivares10