La extremaunción del régimen…
enero 27, 2016 8:12 am

Estamos en presencia de un régimen en fase terminal. La enfervorizada prepotencia oficial muere antes la evidencia colosal de su fracaso. Venezuela perdió la oportunidad de convertirse en una nación con estándares de desarrollo sustentable; ahora hemos descendido dramáticamente hasta el reino de la cadavera. Sufrimos las consecuencias de haber sido dirigidos desde la improvisación, esas políticas macroeconómicas chavistas olorosas a la naftalina de la prehistoria política, redujeron al país a vivir entre el hambre y la violencia desatada; carecemos de lo mínimo para sobrellevar un cruel destino impuesto desde la más voraz de las apariciones de la corrupción y el narcotráfico como bandera del estado.

 

 

Desde el gobierno una casta de forajidos no solo saqueó las arcas de la nación sino que en alianzas con mafias internacionales incursionaron en el alucinante mercado de la droga; hoy Venezuela es el primer país del planeta que menos combate presenta frente a este flagelo. Impunemente pasan por nuestra geografía grandes cantidades de esta mercancía ante la vista gorda de las autoridades. Conocidas son las actividades del Cartel de los Soles con sus mariscales de campo: Diosdado Cabello y el gobernador de Aragua  Tareck El Aissami. Ambos investigados por la justicia federal norteamericana por sus múltiples conexiones con el tráfico de narcóticos y lavado de dinero en los principales paraísos fiscales de Europa. Por ello sus súbitas fortunas familiares que exhiben con el desparpajo de aquellos que no recibieron entre los suyos una dosis de moral. La rueda de la historia comenzó a escribir el epitafio para este periodo nefasto.

 

 

Agoniza un proceso equivocado que nos condujo a la trampa. Si habláramos de especímenes civilizados con principios arraigados en la fe católica quizás el abanico de probabilidades los llevara a recibir en su cama de enfermo grave dos opciones entre los antiguos rituales cristianos que datan desde el Siglo II. Ellos son: El exorcismo y la extremaunción. Probablemente utilizar el exorcismo con la sombra de la muerte en el rostro acribillado, no garantice el éxito de la operación. Es demasiado podrido lo que encontrará la oración ferviente y el agua bendita que correrían ríos de estiércol para limpiar los abrevaderos gubernamentales. En cambio la extremaunción sabrá qué hacer al salir de la boca del ministro cristiano. Seguramente cuando el aceite caiga sobre la cabeza del régimen esta rechinará como mantequilla caliente. Su proverbial ateísmo será una limitante para encontrar la paz antes de morir; seguirá hirviendo su cabeza mientras el proceso chavista es llevado hasta el cementerio de los fracasos del socialismo.

 

 
La fase terminal la vive el enfermo con mucha soledad. Aquellos que subsistieron con nuestro dinero se han marchado, la revolución bolivariana forzosamente marcha al abismo con total orfandad; el mayoritario apoyo popular que los acompañó durante diecisiete años dejó de hacerlo. Solo quedan los que aún reciben dadivas de este gobierno quebrado. Ya ni siquiera pancadas de ahogado realiza, su vuelo es corto, predecible y sin sorpresa. La aureola de invencibilidad que exhibían con la prepotencia que daba la renta petrolera, cayó definitivamente hasta el corazón del clavo de su ataúd.

 

 

Aún mantiene algunas funciones orgánicas básicas. Probablemente el negocio de la droga sea quien le regale algunos días más de vida, sin embargo su final esta decretado. Ellos han destruido a nuestra industria petrolera para buscar en el paraíso del narcótico y el lavado de dinero su probabilidad de subsistir. En Europa hablan de la conexión FARC – Gobierno venezolano como suministradores eficaces para los mercados internacionales en donde la droga se cotiza con un precio diez veces más alto que nuestro petróleo, en un negocio en donde la fluctuación entre la oferta y la demanda sufre pocas variaciones.

 

 

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