Además de la inseguridad personal, el pueblo venezolano sufre hoy como nunca por el alto costo de la vida y el desabastecimiento, que son consecuencias directas de las políticas económicas de este Gobierno.
La situación se agrava más cada día por la falta de un plan creíble para enfrentarla, y porque a Maduro y a su equipo lo que se les ocurre es evadir su principalísima responsabilidad en esta crisis, inventan una estrategia comunicacional basada en una mentira que todos los altos funcionarios repiten como loros: la culpa de la crisis la tiene la oposición y la empresa privada que están ejecutando una guerra económica que es la responsable de lo que está ocurriendo en la economía del país.
Ante esa falsedad afirmamos que la guerra económica en contra del pueblo venezolano está dirigida desde Miraflores por el gobierno de Nicolás Maduro. Empezamos por destacar que los recursos recibidos por el Gobierno son suficientes para haber hecho una gran gestión en favor de todos, solo por concepto de petróleo desde 1999 a lo que va del año 2013 le han ingresado al país 757 mil 636 millones de dólares, más los ingresos por IVA, por ISLR y otros conceptos. Además de los abundantes recursos, ha tenido el control de todos los poderes públicos, los cuales se han comportado como poderes de plastilina para adaptarse a la voluntad del Poder Ejecutivo.
¿Cuáles son los resultados que ofrecen las políticas económicas puestas en marcha con esos recursos y ese poder político?
La primera gran muestra de los resultados negativos de esas políticas es el hecho de que cuando en 1998 la deuda total en dólares, incluyendo la interna y la externa del Gobierno central y la de PDVSA, era de 28.317 millones de dólares, para esta fecha de 2013 esa deuda total alcanza la cifra de 208 mil 328 millones de dólares, o sea, se multiplicó por más de siete (7) veces.
Otro aspecto que refleja el fracaso de esas políticas es el crecimiento indetenible del alto costo de la vida, impulsado por la devaluación decretada por el gobierno de Maduro de un 46 por ciento del valor de la moneda, que se refleja en una inflación estimada en un 50 por ciento para finales de este año. A ello se le agrega el desabastecimiento de alimentos y otros bienes.
Convocamos a todos a votar el 8-D en contra de las políticas económicas de Maduro.
Por Omar Barboza
