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La burguesía parasitaria

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La burguesía parasitaria

Nicolás Maduro es un Presidente que se expresa con frases cortas y suele usar muchos lugares comunes cuando habla. Hace poco la agarró con el tema del fascismo, y uno no comprendía qué entendía él por fascismo. Ahora habla de la burguesía parasitaria y la burguesía apátrida. El concepto de burguesía hace referencia a aquella clase empresarial que arriesga su capital para montar un negocio, obtener ganancia y reproducir su inversión. Lo que ha ocurrido y ocurre en Venezuela es que al ser el petróleo propiedad estatal, buena parte de los negocios se articulan en torno al sector público.

 

Lo que el presidente Maduro llama burguesía parasitaria es lo que popularmente se denomina boliburguesía, para hacer referencia a aquellos nuevos ricos que desde 1999 han incrementado sus fortunas exponencialmente bajo la sombra de contratos con el Gobierno.

 

Como el Estado en Venezuela ha disfrutado, entre 1999 y 2013, de los ingresos fiscales más elevados de su historia, capturar rápidamente parte de esos recursos cuando se transforman en gasto ha sido el objetivo de una especie de nueva oligarquía del dinero. La fuente de la riqueza, por consiguiente, está vinculada a la acción del Estado en la economía, en particular en el mercadeo internacional de los despachos petroleros, las colocaciones bancarias, el manejo de la deuda pública, las compras gubernamentales, en particular de alimentos y equipos eléctricos, y las operaciones con dólares de Cadivi y en el mercado negro, entre otras.

 

Durante las gestiones de Tobías Nóbrega, Rodrigo Cabeza y Rafael Isea, entre 2003 y 2007, al frente de las finanzas públicas, se adjudicaron a dedo en el mercado interno, sin licitaciones, notas estructuradas en dólares valoradas al tipo de cambio oficial que luego servían para ser colocadas en el mercado paralelo con un sustancial diferencial cambiario.

 

Más recientemente, debido a un control de cambio que ha servido para que se fuguen los capitales, en 2012 se estima que se sobrefacturaron más de US$20 mil millones, siendo Jorge Giordani ministro de Finanzas, Nelson Merentes presidente del BCV y José David Cabello jefe del Seniat. ¿Por cuáles aduanas entraron esos contenedores vacíos simulando que traían mercancía?

 

La boliburguesía no invierte ni arriesga. Vive a la sombra frondosa del Estado. No monta fábricas, sino captura contratos con el Gobierno. No tiene instalaciones sino pequeñas oficinas. Y están muy enchufados con los nuevos dueños del poder político.

 

@JoseAGuerra

Por José Guerra

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