logo azul

Hallacas de revolución…

Categorías

Opiniones

Hallacas de revolución…

Las calles atestadas de gente. El consumismo crece con el desenfreno propio de estas fechas, pocas personas recuerdan a quien mora en los cielos.

 

Se hace la voluntad del bolsillo, pobres y potentados abren las puertas de una vorágine que honra al capitalismo frente a la pretensión socialista de un gobierno de cambios en las normas del mercado.

 

Un régimen estructuralmente hipócrita. Que derrocha como cualquier nuevo rico. Su espíritu despilfarrador es su marca inconfundible. Desfachatez que nos lleva con rumbo al despeñadero.

 

Barquisimeto no es distinta a la postal que muestran nuestras ciudades en esta época. Sus principales arterias comerciales están convulsionadas. Caminar de miles en la búsqueda del regalo o estreno de fin de año. Los mercados populares ofrecen sus productos para la tradicional hallaca. El pernil se encuentra a precios exorbitantes al igual que la carne de primera. Las verduras tampoco están al alcance de los más humildes. Tienen que hacer magia para poder rendir el escueto presupuesto que se traga la economía con la inflación más alta del continente. La terrible desigualdad social se comprueba en estos días en donde todo el mundo anda organizando su propia celebración.

 

El socialismo nunca comulgó con la navidad, siempre creyó que la misma era un instrumento burgués. Por ello en los países del Pacto de Varsovia, al igual que en China y Cuba; diciembre no tenía la connotación que se mantiene en la inmensa mayoría de las regiones del globo.

 

Ante la caída del Muro de Berlín y la apertura que experimenta el gigante asiático, algunas cosas han venido cambiando de manera paulatina. Asimismo la mayor de las Antillas, permite una tímida festividad que indica que algo se gesta en su interior.

 

El totalitarismo siempre trató de robarnos no solo la libertad y el futuro sino las tradiciones que son partes de las querencias del ser humano. Frescas en la memoria los instantes de cómo en Venezuela hace algún tiempo se buscó cambiar la navidad por el culto a Hugo Chávez.

 

En el tradicional nacimiento fueron colocando elementos militares y hasta quisieron introducir la imagen del extinto en ese espacio tan íntimo. El totalitarismo sabe que estos valores intrínsecos del cristiano se oponen al manifiesto ateísmo de una doctrina que niega la existencia de Dios. Para ellos el Ser Supremo es una mera invención del hombre primitivo.

 

Por eso cualquier derivación del amor a Jehová no es aceptada por aquellos que creen que el hombre solo es un elemento en el tablero de las relaciones sociales.

 

Una máquina que crea plusvalía y hace que su espacio sea justo o desigual según sus oportunidades. Sostienen que lo espiritual es una muestra de debilidad.

 

El socialismo con su hallaca ideológica no ha podido envolver entre sus hojas al país que clama por libertad. Convertirnos en un guiso en donde seamos alimentos del hambre voraz de un proyecto hegemónico fracasado e inviable…

 

alexandercambero@hotmail.com

@alecambero

 

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.