Habilitaciones, María Corina y Soy Venezuela
septiembre 18, 2017 11:10 am

Sea acuerdo dominicano, astucia política, la supuesta rehabilitación de varios dirigentes opositores no es tanto un triunfo de la MUD como una hábil jugada del castromadurismo. Rehabilitar a líderes como Leopoldo López o María Corina Machado, cambia el panorama.

 

 

 

Dirigentes como Antonio Ledezma, Daniel Ceballos, Richard Mardo continúan inhabilitados, quizás porque en sus zonas, la reapertura de las puertas a la elegibilidad podría causar serios traspiés al régimen. En el caso aragüeño, podría pensarse que, ante el descrédito del cuestionado candidato, la dictadura podría estimar que tiene posibilidad con su generalote. El líder de Primero Justicia, de competir, ganaría por arrase.

 

 

 

Rehabilitan a Rosales porque su esposa y partido fueron rechazados por los zulianos, golpeándolo en el estómago y casi haciéndolos desaparecer de las expectativas políticas. ¿Se lanzará Rosales para rescatar la Gobernación?

 

 

 

Capriles se ha cansado de señalar en sus apurados programas que no busca la reelección, su más directa y leal colaboradora, Adriana D’Elia, sólo otorga apoyo moral. Pero ahora pudiendo presentarse, ante la sequedad del candidato rojo que no entusiasma, y el controvertido Alcalde del Municipio Sucre que se consolida sin mucho esfuerzo. D’Elia ha estado al frente de la Gobernación en relevo frecuente de Capriles por sus constantes actividades como líder político y fue, por llamarla de alguna manera, la Gobernadora en actividad, con el estilo y presencia constantes en la vida pública, habilitada, puede ser rival y a la vez un tate quieto para Ocariz dentro de un plan mayor caprilero hacia las presidenciales. Estamos especulando, claro.

 

 

 

 

¿Por qué rehabilitar a quien sigue preso, aunque sea en su casa? El retorno de Leopoldo López en nada debilita la poca fuerza que todavía le queda a Maduro. Se muestra oficialmente como una decisión democrática de la Constituyente, y un gesto calculado hacia una comunidad internacional cada vez más firme, corriendo rugosidades hacia 2018, y ya sabemos bien que al castrismo siempre le ha gustado el desplazamiento de arrugas pensando que en el camino se alivian las cargas -que no aligeren sino que empeoren es cuestión diferente-, el torpe nunca reconoce que lo es, siempre tiene algún culpable a mano, como el presidente, la comisaria constituyente y el hombre del mazo hacen decir al insípido Canciller.

 

 

 

Con la rehabilitación de Leopoldo le reinyectan esperanzas a un partido que mucho lució en la protesta de calle y poco en la adaptación a las elecciones limitadas en los estados, ha sido uno de los grupos opositores con menos triunfos en las recientes primarias. Voluntad Popular tiene bastante que explicar.

 

 

 

¿Por qué no rehabilitar a Antonio Ledezma? Sencillo, es creíble, un dirigente que, igual que María Corina Machado, no tienen un gran partido, pero si un inmenso respeto, aprecio y consideración popular. El Alcalde Metropolitano que, desde su casa prisión, con dos mensajes, conmocionó al país, es uno de los principales presidenciables, es la toma de Caracas, es un riesgo demasiado difícil de tragar para el castrismo.

 

 

 

Las restituciones le complican la vida a Primero Justicia, reaparecen en escena figuras con potencial para pelear liderazgos regionales que partidos menores han dejado libres por decisión de los mismos electores, como el caso ya citado del Zulia. Algo parecido a Acción Democrática, aunque con bases históricas suficientes como para servir de anclas populares en regiones donde los partidos con menos historia se quedaron en el aire en las sorprendentes primarias.

 

 

 

La reivindicación más poderosa, quizás la estrategia central, es la de María Corina Machado. Ella sí puede depurar hasta las entrañas la oposición, representa muchos valores importantes para el venezolano.

 

 

 

Por años símbolo indiscutible del enfrentamiento al castrismo que ha tratado de imponerse en Venezuela. Ha sido retención, emblema fulgurante de la mujer venezolana, no sólo por agraciada y bien presentada, sino por su coherencia, lealtad a sus principios siempre anunciados sin cambiar ni un momento, haber demostrado día tras día que no cede a tentaciones politiqueras, es la bandera clarísima y siempre al frente de la Venezuela que no transige, que sabe mantenerse firme ante cualquier ventarrón, sea brisa seductora o huracán brutal, la venezolana que ni se compra ni se vende, reconocida siempre como demostración de inteligencia, firmeza y honestidad.

 

 

 

María Corina Machado habilitada representa, más que nadie, la fuerza de la rebelión ciudadana, democrática y rebosante de coraje, el país que no tiene la palabra “rendirse” en su diccionario, mujer respetada, admirada y de la cual sólo podría criticarse una falta de decisión que, para el enorme sector no afiliado a grupos, es por el contrario una gran ventaja: no tener un partido que le imponga decisiones como intérprete de la valentía y la ética absoluta.

 

 

 

Tiene más peso que la MUD y el oficialismo amontonados. No compite por trocitos, desde el primer momento rechazó las elecciones que políticos convenientemente se apresuraron a buscar como lobos hambrientos, supo poner el hombro cuando hubo que hacerlo sin pedir ni aceptar migajas, ha mantenido muy en alto, en todas las circunstancias, lo que muchos políticos han puesto en juego una y otra vez: la dignidad.

 

 

 

Se anunció la creación de una alianza política y social de oposición, alternativa a la MUD. Soy Venezuela es el nombre; se define como una coalición ética de fuerzas sociales y políticas para enfrentar la dictadura. La alianza propone retomar las banderas de la consulta popular del 16J que fueron abandonadas e irrespetadas.

 

 

 

La incertidumbre, desconfianza y frustración acosan al venezolano, que siempre fue optimista. Soy Venezuela viene al rescate de los principios éticos y morales, constancia, decoro, empeño y buenas costumbres ciudadanas.

 

 

Armando Martini Pietr

@ArmandoMartini