Galletas María sin capita de chocolate
agosto 13, 2016 4:28 am

 

Fueron dos ingleses y no españoles pobretones quienes inventaron las galletas María. La historia es muy parecida a la creación de la pizza Margarita. En 1874 los maestros reposteros James Peek y George Hender Frean, propietarios de la compañía PeekFreans, crearon en Londres un biscuit tostado para acompañar el té de la tarde para conmemorar la boda de la gran duquesa Marie Alexandrovna, de Rusia, con Alfredo de Sajonia-Coburgo-Gotha, duque de Edimburgo, segundo hijo de la reina Victoria, la mujer más importante del mundo en ese momento, casi como Cilia.

 

 

En la galleta, suficientemente tostada pero que no especialmente dura, los pasteleros dibujaron las facciones de la duquesa María en una de sus caras y terminó dándole el nombre a la galleta. Obviamente que no tiene nada que ver con el baño de María ni con la Virgen, pero se hizo muy popular a partir de 1907 en España, por su bajo costo y su fácil producción. Sus grandes fabricantes fueron Artiach y Fontaneda, furiosos competidores.

 

 

A América las trajo el mallorquín Juan Manuel Puig Canals que montó una fábrica en México en 1911 y en Venezuela en la segunda década del siglo XX. A Colombia llegaron en 1916, pero ahora son igual de populares en Japón, India y el resto del mundo. Son las galletas más consumidas en el desayuno y en la merienda, además de haberse convertido en ingrediente fundamental de muchos postres.

 

 

En España tuvieron su verdadero boom después de la Guerra Civil, cuando se abarató el trigo y era una manera de matar el hambre que recorría la tierra de Cervantes y encontrarle uso a los excedentes de trigo que no le compraban al franquismo. Un paquete de 100 gramos costaba un par de pesetas, y hasta menos. Unos pocos céntimos costaban 4 galletas que suministraban hasta 500 calorías por cada 100 gramos.

 

 

En Venezuela se hicieron más populares cuando se incrementó la inmigración europea a mediados del siglo pasado. Un paquete de 5 galletas envuelto en papel celofán costaba una locha. En junio de 2013 todavía era posible mojarlas en café sin que se desmoronaran y encontrarlas en bodegas, supermercados y kioscos. Un paquete de 200 gramos, sin IVA costaba 16,96 bolívares, que al cambio oficial de 4,30 por dólar, equivalían a 3,94 dólares. En Columbia, Carolina del Sur, Amazon.com le lleva 2 paquetes por 10,49 dólares, pero si vive en España 4 paquetes de 200 gramos cada uno valen en el súper 1,14 euros. La última vez que compré un paquete en Catia me costó 855 bolívares, con IVA. Tengo meses sin probarlas. Siembro trigo en vallecito de Trujillo y cobro en galletas.

 

 

@ramonhernandezg