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Fábulas que no son tan ilusoria

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Fábulas que no son tan ilusoria

 

Así como la Biblia narra la historia del origen de la humanidad y desarrollo del pueblo judío mediante anécdotas que facilitan su comprensión, invito a que hagamos un ejercicio similar con la política venezolana. Sueños, si ustedes quieren, relacionados con realidades.

 

 

 

Imaginemos, para empezar por algo, que después de una larga e intensa carrera, el actual Gobernador, líder opositor y persistente candidato presidencial, y que se multiplicó tras haber estado en una prisión que lo elevó a las cumbres del martirologio político. De repente se encuentra desplazado -por mucho- del primer lugar de importancia por un activo mártir político que se engrandece en una conocida cárcel militar, seguido por otro Gobernante de quien no se termina de saber si es chavista o converso opositor que marcha por su cuenta y se propone como solución de equilibrio. Y tras las elecciones de 2015, surge como vocero y conductor de la oposición, cuyas bases se sienten representadas por él, que le ganó el pulso a su rival por la presidencia de la Asamblea Nacional; veterano, fulminante en las respuestas, agudo en los conceptos, descarado y rompedor de argumentos oficialistas.

 

 

 

Resultado de esa serie de eventos, el verdadero líder de la oposición, en estos momentos, es ese valenciano zamarro de verbo punzante, por acción propia y circunstancias de la política.

 

 

 

Apartado, el joven que tuvo el coraje de meterse hasta la cintura en aquellas inundaciones mirandinas, que piensa que a la tercera va la vencida, percibe que su jefe político quiere más que ser sólo el fundador de un partido para que otros lleguen a la presidencia, y que el formal cuarto republicano lo ha despedido como principal vocero de la oposición organizada y candidato presidencial automático.

 

 

 

El líder desesperado por retornar a su lugar de primerísima figuración, que de política ha aprendido en carne propia, reacciona y se adueña del referendo revocatorio, se lo echa al hombro, encabeza el entusiasmo popular, se enfrenta al oficialismo, trabaja con dureza y la MUD, atrapada en sus divagaciones internas, no tiene más remedio que seguirlo y apoyarlo. Pero no puede controlarlo, el joven está resteado, no escucha, se siente reivindicado, la suerte le sonríe de nuevo, convoca manifestaciones no tan populares y poco asistidas, pero logra una participación extraordinaria de firmas. El oficialismo se desespera, trampea, amenaza, miente, está histérico, gruñe. El mirandino se alza y se fue a encarar, como líder, a mandatarios que han aflojado frente al gobierno promotor del socialismo del siglo XXI.

 

 

 

Hecho concreto: el Gobernador de Miranda ha restablecido su posición de primer lugar frente al oficialismo a la cabeza de la oposición. ¿Fin de la historia? No, apenas comienza.

 

 

 

En nuestra fábula su otrora mentor se refugia en el diálogo -sin dejar de lado el revocatorio, política que da para mucho- se llena de imagen de víctima cuando los oficialistas en un hecho inaceptable cometen la estupidez de golpearlo, actúa como jefe, hace nombramientos y promueve reuniones, demostrando que la jefatura no se comparte. Asume con vehemencia el diálogo que no es para el oficialismo y la MUD más que una generación de tiempo mientras se hacen otros ajustes, diluye lucimientos, mientras, no se olvide, el verbo encendido, ocurrente e ingenioso que no necesita viajar para ser protagonista de titulares.

 

 

 

Al mismo tiempo, por más que el recuperado líder lleve el referendo en el hombro, no podrá solo con ese evento. Se necesita estructura, organización, maquinaria; los partidos son claves para la batalla diaria, defender las firmas, convocar y movilizar millones. AD y UNT por un lado y por el otro, Primero Justicia. Y Voluntad Popular, porque por más amigos, la presidencia futura no es para dos, sus pretendientes lo saben. Puede que VP ande por su lado, pero el pragmatismo político lo acerca más al viejo que al joven, a quien están dejando solo al frente de un proceso que no puede completar. Y ese será su más connotado fracaso que lo sacará del juego político por un tiempo.

 

 

 

Mientras el Gobernador viaja en busca de titulares, -lo único que conseguirá- ¿alguien puede creer que Macri y su cancillera aspirante a la ONU cambiarán de posición sólo porque quien los visita explique lo que ellos saben? ¿En qué anda el veterano zamarro? Quiere ir a la OEA como sea y sabe bien que en enero de 2017 quedará relevado al frente de la Asamblea, y en esa probabilidad radica otra historia.

 

 

 

Ni el eterno secretario general ni el Gobierno son simpatizantes del fundador de PJ ni de ponerlo al mando de una Asamblea ya muy incómoda para el madurismo. No es buena idea, además de un riesgo político. El Presidente desconcertado y sus amigos están conscientes, saben, haya o no revocatorio, a pesar de sus sutiles respuestas, que el veterano formado en grandes escuelas partidistas, es el político más serio y confiable para el régimen en la situación en desarrollo, con una ventaja adicional: su actitud combatiente, su extensa práctica política, le da además la auctoritas para negociar con la confianza de los opositores. No es casualidad ni de gratis ni por inocente que el angustiado Presidente, en varias declaraciones públicas repita y remache, que lo reconoce como único líder de la oposición.

 

 

 

El perpetuo coordinador considera que ya dio suficientes oportunidades y se dedica a fortalecer su partido, se ve cerca del poder y procede en consecuencia. No avisa ni consulta la reunión de inicio del diálogo, nombra a un cuestionado militante –por hacer lo que casi todos hacen- como representante en el CNE, y autoriza a un quita puestos, salta talanqueras recién llegado al partido, como comisionado en la mesa de diálogo. El ignorado reacciona, arremete, corre el riesgo calculado y reta que lo boten de la MUD. Que es la otra historia de esta biblia política en desarrollo.

 

 

 

Entonces va por su cuenta, sin autorización, al Paraguay y Argentina, lo reciben los presidentes, advirtiendo quien es el líder, y deja de paso, aunque sólo sea por pocos días, tierra venezolana libre y en ese mismo campo otras fuerzas y estrategias se fortifican. Lo cual nos lleva a otra historia también en desarrollo y sometida a esmerado análisis.

 

 

 

De darse el referendo, no hay duda quién sería el beneficiado, se afincaría como héroe, se cubrirá de gloria y será el único triunfador, dejando reducidos a sus rivales candidatos, al Gobierno y a todos sus adversarios sin ningún chance de ejercer el poder y sin margen para negociar. El decidirá el futuro de todos. Si hay referendo y si, como se espera, lo pierde el Presidente.

 

 

Los partidos AD, UNT, Primero Justicia y aliados, no permitirán que tal liderazgo se consolide, y menos en esas proporciones. Ya hemos dicho que a Voluntad Popular le conviene más que no sea por un triunfo individual, de quien es su adversario natural, y eso es innegable.

 

 

 

Los demás líderes de la oposición como la dama coherente, precisa, clara, inteligente y cuatriboleada aunque algo desgastada por años de oposición brillante pero sin resultados, así como el Alcalde preso en su casa y otros, no tienen injerencia, son congelados por sus aliados que los siguen queriendo y respetando pero los consideran en estas circunstancias estorbos y no forman parte ni de las conversaciones ni de las negociaciones y ni siquiera por elemental cortesía, son consultados. En la lucha por el poder no cuenta la cortesía sino los intereses.

 

 

 

En el PSUV ya saben muy bien quién es el escollo, se produce la ruptura entre minorías extremas y una creciente mayoría; están los que quieren jugársela con el revocatorio, que cada día son menos, y los que desean la salida por renuncia voluntaria, negociada y controlada, que son la mayoría porque entienden que es la única salida no violenta para sobrevivir políticamente; no como Gobierno, que ya lo saben perdido, pero sí al menos como cogobierno o factor político influyente.

 

 

 

El incompetente mandatario también está al corriente y entiende -aunque no lo confiese- que no es posible continuar sin negociar en serio y así lo hace, lo calcula e invita a los Estados Unidos a incorporarse. Confía en que puede controlar la transición con un Vicepresidente que garantice su seguridad, la de sus principales y pocos leales y sea producto de mutuo acuerdo con sus aliados circunstanciales. Está persuadido de renunciar en enero de 2017 tras su mensaje anual a la Asamblea Nacional, e inmediatamente después presentaría su dimisión.

 

 

 

¿Quién sería ese Vicepresidente conveniente para la transición?

 

 

 

 

Varios son precandidatos; desde Anzoátegui y el Palacio Blanco aparece con mayor chance el saltimbanqui partidista y hábil negociador, que conoce bien a la mayoría de los integrantes de la AN, que tiene manos izquierda y derecha además de muñeca para reajustar sus posiciones y hacerse confiable para el empresariado, el sindicalismo y la MUD. También estarían el capitán con su mazo al hombro si cambia su empeño en ser el malo de la película, cualquiera de los dos calmaría las bases duras. También, por su posicionamiento, está agazapado el aragüeño de difícil nombre. El asomado y siempre pescueceando tamunanguero y la gran sorpresa la integradora, apaciguadora y conciliadora del chavismo. La hija -aunque tendría mucho que aceptar, la política diaria no se aprende en la diplomacia sino en las arenas de la lucha-.

 

 

 

Después están los militares, que como dijera el refranero presidente “son leales hasta que dejan de serlo” pero que tendrán mucho que decir y peso específico en lo que ocurrirá en el futuro.  Y la gran incógnita: los venezolanos, la sociedad, los ciudadanos ¿cuánto más aguantarán? ¿Cómo reaccionarán? ¿Aceptarán las negociaciones? ¿Serán los tiempos políticos los mismos que los de hambre? Esa variable es imposible de controlar y de convertirse en espontánea anarquía cualquier situación se podrá presentar y sus consecuencias serán impredecibles. Para crecientes masas populares y de clase media la prioridad es económica y social, no política.

 

 

 

 

La angustiosa vida que llevamos los ciudadanos está llegando a límites insufribles, y para ser lógicos cualquier cosa puede pasar. Es una verdad incendiaria que todos sabemos, el Presidente, el oficialismo, la MUD, la oposición en general, los policías, los militares que saben y no están dispuestos a salir y reprimir más allá de lo permisible.

 

 

 

En enero de 2017 no les extrañe que el PSUV vote en alianza y el pañuelo en la nariz con factores diferentes, sumando otras mayorías. La política es dinámica y lo impensable es posible. Para ese momento seguirá prendido el candelabro del diálogo caribeño y los que saben de verdad ya conocerán quién será el Presidente de la transición. La MUD se volverá simple desecho, todos los partidos y líderes se dedicarán a buscar la presidencia en 2018. Pero antes en 2017 se harán las elecciones de Gobernadores, Alcaldes y concejales. Panen  et circenses para el pueblo, esa multi contienda ya está ganada. Pero a falta de pan buenas son elecciones regionales. Amanecerá y veremos, como dijo el otro que demasiado sabía de política y populismo, pero cuando tuvo que aplicarlos tuvo un ataque de amnesia suicida.

 

 

@ArmandoMartini

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