En el chavismo tampoco hay celebración
octubre 21, 2017 6:40 am

En la base chavista no hay celebración alguna, tener un gobernador socialista resulta secundario. Sobrevivir es la norma del día y nadie se salva del padecimiento, de la hambruna o de los altos precios de los productos que solo están en el ya inalcanzable mercado negro.

 

 

 

De manera que la promesa de una caja del CLAP, un carnet de la patria, el morralito para los útiles escolares o un operativo de salud, si puede ser un motivo de celebración cuando la siguiente opción es ir a rebuscar en la basura.

 

 

 

Mientras las altas figuras del Gobierno intentan mostrar su mejor rostro por los resultados electorales ofrecidos por el CNE  y resalta la irónica risa de un triunfo usurpado estampada en el rostro del dirigente protegido por 4 escoltas, familias enteras siguen vagando alrededor de los centros comerciales, en las zonas comerciales y en las cercanías de abastos y restaurantes, para recoger los desechos con los cuales alimentan a los pequeños.

 

 

 

En el estado Bolívar es donde se observó más claramente la dimensión del fraude electoral. Un fraude que no solamente se produce en la alteración de actas y la colocación de votos, una vez que despachan a los testigos a última hora del cierre de la mesa. Como la han expresado dirigentes, expertos y analistas, fue un proceso fraudulento que se puso en marcha desde que se designó la Asamblea Constituyente en la que la fabricación de votos resultó un mecanismo sustituto a la pérdida de la base electoral del chavismo.

 

 

 

De manera que la tragedia venezolana sigue su curso descendiente con una mafia política a la cabeza que se ha apoderado de las riquezas del país. De la mano del sector militar a quienes se les ha entregado gran parte del poder, sigue el rumbo destructivo sin que desde el Gobierno surja alguna voz reflexiva que rectifique o que al menos se de cuenta de la dimensión del daño estructural y el atraso al que han llevado al país.

 

 

 

El chavismo ha logrado imponer a la fuerza a 18 gobernadores con un CNE ilegítimo, igualmente impuso una Asamblea fraudulenta y un Tribunal Supremo fuera de la Constitución. Pero esa posición de fuerza que los coloca fuera de la legalidad, de la institucionalidad y de la democracia, es ya reconocida por la mayoría de los países del mundo libre.

 

 

 

Los delegados de la Asamblea Constituyente recibieron un portazo en la cara en la Asamblea de la Unión Interparlamentaria. La banca internacional cierra las puertas ante la ilegitimidad del aval para los mecanismos crediticios y ahora al Gobierno no le queda otra opción que acudir a sus aliados ideológicos y refugiarse en el yuan y el rublo.

 

 

 

Por eso decimos que no solo ha perdido el pueblo venezolano con las acciones fraudulentas del Gobierno de Maduro. Las bases chavistas han perdido y ha perdido el proyecto político socialista que inició Hugo Chávez, que aunque atrasado e inviable, tenía una audiencia en el sector popular y la izquierda internacional. Un proyecto político que ha sido enterrado definitivamente por Nicolás Maduro y su grupo.

 

 

 

Lo que nos espera al cierre de este año es un dólar paralelo cercano a los 40 mil bolívares, una inflación de 1.400%, más empresas cerradas, mientras que las proyecciones de los expertos es que para 2018 esas cifras deben multiplicarse por tres.

 

 

 

Al frente de un país quebrado, tampoco sus dirigentes y sus familiares podrán disfrutar en libertad los beneficios logrados en un mundo que igualmente les cierra las puertas y con nombre y apellido les quitan las visas.

 

 

 

Ahora el diálogo y la negociación quedan cerrados hasta nuevo aviso hasta que, con la soga al cuello, algún sector civil o militar que hoy usurpan el poder, se de cuenta que el país también se hundirá con ellos a menos que se produzca una rectificación.

 

 

 

Francisco Olivares

Twitter: @folivares10