El socialismo implantado por Hugo Chávez ha hecho de Venezuela un país más pobre
En 14 años de chavismo se ha consolidado un Estado paternalista que ha hecho a la población más dependiente del aparato gubernamental a través de la dádiva.
Detrás de la ideología socialista se está creando un ciudadano con poca iniciativa hacia la producción, sin el valor hacia el trabajo.
Una radiografía de los resultados del 8D indica cómo el Gobierno se consolida en las zonas rurales, en pequeños poblados barriadas populares de las capitales, en donde el Estado es la única presencia, y pierde terreno en las urbes menos dependientes.
Es un votante que ha generado dependencia de las becas, de las misiones. A pesar de que algunos indicadores puedan mostrar mejoras en las condiciones de vida, esa dependencia los hace más débiles y vulnerables.
Con ello no planteamos que la asistencia social sea algo negativo, ello es necesario en cualquier sociedad. El asunto está cuando eso se utiliza políticamente para mantener un yugo sobre la población. Te doy a cambio de tu fidelidad.
Aparte este Gobierno ha tenido como política el castigo al sector productivo. Se han expropiado millones de hectáreas que antes eran productivas y generaban miles de empleo, hoy esas tierras en manos del régimen están semiparalizadas. Y qué decir de empresas como Agroisleña o hipermercados Éxitos que ahora generan pérdidas de hasta 60% cada año.
Al tiempo que se reducen las empresas productivas se ataca y se descalifica a quienes han sido exitosos y han creado riquezas y empleo. Se les persigue, se les detiene y el Vicepresidente Jorge Arreaza, que siempre ha vivido del Gobierno, los insta a irse del país.
El socialismo implantado por Hugo Chávez ha hecho de Venezuela un país más pobre y ha convertido a muchos ciudadanos en seres incapaces de sobrevivir sin la ayuda del Estado.
Frente a esta opción que ofrece dádivas, quienes invitan al progreso, a mejorar la educación y promueven el valor del trabajo están en desventaja.
Pese a esta realidad, valores como la productividad y la democracia, se han ido abriendo espacios en zonas que durante 14 años han sido dominados por el chavismo.
Los bastiones emblemáticos recuperados para la democracia, como en Barinas, Apure, Monagas y otros, reflejan que hay una población que despierta frente a ese poder cuyo objetivo ha sido permanecer a costa de someter a sus ciudadanos.
En la medida en que los gobernantes se hacen más poderosos y se consolidan como nueva clase dominante, estatizando o comprando empresas a través de testaferros, se alejan de quienes dicen representar. Una lectura detallada de lo ocurrido el 8D contiene las claves de lo que aquí afirmamos.
Francisco Olivares
@folivares10
