logo azul

El país que el chavismo no quiere ver

Categorías

Opiniones

El país que el chavismo no quiere ver

Una opción de mendicidad son ahora las adyacencias de las taquillas de pago en algunos centros comerciales. Pero no son indigentes comunes, son grupos de niños y adolescentes entre 8 y 17 años de edad.

 

 

 

 

Observándolos se adivina que son parte de una misma familia, generalmente hermanos cuyos padres desde hace tiempo habrán desaparecido de sus vidas. Ante el abandono, es factible que decidieran dejar el barrio para bajar a la ciudad en busca de comida. La calle es ahora para ellos el hogar y el espacio que ocupan en un sótano del Sambil es el modo de sobrevivir a un tiempo que no les ha dado opciones.

 

 

 

Casi todos andan descalzos. Una joven de más edad se ocupa de recibir las limosnas  cuando alguno de quienes hacen la cola para cancelar accede a darle algún billete sobrante. A pesar de sus ropas derruidas y los trazos del hambre, la joven revela en la mirada que en ese cuerpo existió una vida. La mayoría de los usuarios evita el contacto visual con los indigentes y éstos no los abordan o los abruman solicitando su atención. Solo están sentados allí aguardando, mientras los niños corretean en los alrededores. No se exceden y existe cierta tolerancia entre los grupos y la vigilancia, en una suerte de convivencia inevitable.

 

 

 

 

Es una escena más de una ciudad que fallece, que se desvanece en el derrumbe de su vida colectiva. Esa de los grupos de familias peregrinas con los morrales tricolores en el dorso hurgando en la basura.

 

 

 

 

Durante toda la semana y en especial el día jueves se comentaba con indiferencia que Nicolás Maduro haría anuncios económicos. Siempre alegre el Presidente y con la carcajada congelada en el rostro que le abulta el mentón, volvió a justificar un incremento salarial que ya nadie celebra. Es el quinto del año. La misma medida repetida indefinidamente de la que ya nadie espera nada.

 

Esa ciudad subterránea que muchas veces emerge ante nosotros no existe para el Presidente. Al contrario desde los espacios del poder se celebra la pobreza, el sometimiento, la mendicidad. Ha sido la fórmula recomendada y el mecanismo exitoso. Tal como lo dijo una vez un ministro.

 

El próximo lunes habrá más venezolanos sin empleo y más pequeños y medianos negocios cerrados. Con ellos estos grupos humanos de la calle se incrementarán e irán a poblar nuevos espacios.

 

 

 

 

Ningún análisis económico es factible para explicar lo que vive el país. La destrucción del aparato productivo fue adrede. Fue lo que le recomendó Fidel a Chávez. El control de la economía y las divisas hizo mil millonarios a gobernantes, cúpulas militares y allegados en tanto que los mecanismos políticos como la Constituyente eliminaron lo que quedaba de las instituciones. Ya no hay poderes públicos.

 

 

 

 

Pero la quiebra del país arrastrará con él al propio chavismo y al sector militar. Situaciones más extremas vivieron países de Centroamérica y del sur pero la tenacidad de líderes democráticos encontró caminos de negociación. Las medidas de Maduro y la ANC sin bien han cercado las opciones, ese mismo cerco quebrará su cohesión interna por parte de aquellos que no quieren sucumbir junto a Maduro y su línea de devastación.

 

 

Francisco Olivares

 folivares10

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.