Desde anoche las primeras páginas y portales más importantes del mundo llevan como la noticia más destacada la sentencia contra el líder venezolano Leopoldo López.
La condena, que a interpretación de destacados líderes mundiales y figuras de importantes organismos internacionales, es una sentencia política que no está sostenida en ningún principio jurídico, pone nuevamente en evidencia la naturaleza autocrática del gobierno de Maduro ante el mundo.
No hablemos de Amnistía Internacional, o líderes de la ONU o la OEA. Del presidente venezolano se están deslindando incluso gente como el español Pablo Iglesias, ferviente aliado de Chávez y quien se benefició de jugosos contratos con el gobierno venezolano.
«No nos gusta, venga de quien venga, que se condene a alguien por hacer política. Nos parece que en política las diferencias se tienen que resolver en procesos electorales y me encantaría que este señor pudiera presentarse a las elecciones y que fueron los venezolanos quienes decidieran con su voto quién tiene que gobernar en el país» dijo Iglesias en una entrevista al diario ABC de España.
El espectáculo del jueves se inició con un llamado de una importante dirigente del PSUV a sus colectivos a que se presentaran a las puertas del Tribunal Supremo, en donde seguidores de Leopoldo López, familiares y líderes opositores estaban frente al organismo aguardando los resultados de la sentencia.
Los agresivos colectivos amparados en la impunidad de la que gozan, con palos, piedras y golpes, provocaron la muerte de uno de los seguidores de López a causa de un infarto, una joven embarazada fue apaleada, y hasta los periodistas resultaron agredidos.
Es el signo que identifica una ideología que no acepta las diferencias. Y mientras el TSJ se tomaba su tiempo para cumplir el mandato constitucional, ya en el centro de Caracas se preparaba un templete con música estridente que también forma parte de la nueva «cultura» panfletaria que transforma la tragedia en fiesta.
Las evidencias dejaron claras que ese 12 de febrero, por lo cual se sentencia al dirigente, López llamó en dos oportunidades a marchar pacíficamente. Antes de salir de Plaza Venezuela y más tarde durante la concentración frente a la Fiscalía. Luego de los discursos convocó a los presentes a retirarse pacíficamente y no caer en provocaciones.
Los responsables de lo dos asesinados durante esa jornada resultaron ser escoltas del ministro de Interior y Justicia, quines ilegalmente se apostaron a una cuadra de los manifestantes y sacaron sus armas para disparar indiscriminadamente. Eso quedó plasmado en imágenes y demostrado en las experticias realizadas por el Cicpc.
Las acciones de ayer convierten a Leopoldo López en una referencia política mundial e internamente lo coloca como el líder con mayor opción de llegar a la Presidencia de la República.
«El pueblo será el que me libere de estas esposas» sentenció López al conocer su condena. Y seguidamente llamó a sus seguidores a mantener la calma y a no caer en provocaciones.
Políticamente, haciendo un alto sobre la actuación jurídica del tribunal, este es un nuevo error del gobierno de Maduro que lo que hace es agregar más evidencias de su verdadera esencia antidemocrática.
Es oportuna la frase dicha recientemente por el presidente Juan Manuel Santos, otro líder del continente quien había trazado una alianza con Hugo Chávez: «No estoy destruyendo la revolución bolivariana, la revolución bolivariana se está autodestruyendo a sí misma».
Framcisco Olivares
@folivares10
