Sin instituciones sólidas, solventes y autónomas, es imposible que funcione bien el Estado. Pudiéramos decir llanamente que es por eso que estamos como estamos. “No hay hueso sano”, vale decir, no hay institución a salvo de la voracidad autoritaria del actual gobierno.
Un régimen con estas características necesita controlar los tribunales, la Fiscalía, y enrostrarnos que la Fuerza Armada está a disposición del proyecto cubano que insisten en encasquetarnos, y que además puede disponer de los recursos financieros sin necesidad de rendirle cuentas a nadie.
Los voceros oficialistas se solazan cada vez que sacan la cuenta de las elecciones que se han realizado en Venezuela en los últimos 15 años, como para decirnos que este es el país más democrático del mundo. Un solo comentario al respecto, de esa friolera de comicios: hemos ganado uno, nada más y nada menos que la consulta convocada el 2 de diciembre de 2007. Recordemos que la mayoría del pueblo votó en contra de la pretendida reforma constitucional para adoptar el modelo “socialista” y así legalizar la fulana revolución.
Como lo hemos aclarado en diferentes ocasiones, ese socialismo que propugnan los señores del actual gobierno fue definido sin titubeos por Fidel Castro como comunismo. No es el socialismo de Lula en Brasil, o de la presidenta Bachelet en Chile. Para nada. Se trata, ni más ni menos, del mismo modelo cubano, ese adefesio que no le ha servido ni a los propios cubanos, como también lo reconoció públicamente su propio autor, el mismísimo Fidel Castro.
Ahora bien, recordemos qué hicieron con ese veredicto dictado por la mayoría de los venezolanos, luchando, participando y movilizándose, contra todas las adversidades, ventajismos y amenazas. La mayoría confirmó su espíritu democrático, rechazó categóricamente las pretensiones continuistas de los actuales gobernantes y rescató los valores de la descentralización y separación de poderes.
Ese resultado fue burlado por el régimen. No fue acatado, por el contrario, rebuscaron artilugios para saltarse a la torera la opinión puesta de manifiesto por los ciudadanos consultados en ese referéndum constitucional.
@alcaldeledezma
Por Antonio Ledezma
