La deuda externa del país se cuadruplicó de 1999 a hoy. Pasó de poco más de 43 mil a 121.172 millones de dólares. Este endeudamiento colosal ocurría cuando, solo por petróleo, a Venezuela entraban 960.589 millones de dólares sin contar el ingreso de los últimos tres. En abril el ministro Lobo calculaba los pagos pendientes para 2017 en diecisiete mil millones de dólares y Prodavinci en poco menos de diez mil. Mucho dinero. Y mucho más si consideramos el desplome de nuestras exportaciones petroleras, que a EEUU han caído más de una cuarta parte, dato que si se mantuviera nos daría en 2018 un ingreso de diez mil millones de dólares, suficiente apenas para el servicio de la deuda. Produciendo menos, nos hemos movido como proveedores hacia China y Rusia, a quienes también les debemos.
Las sanciones son un problema, pero no el principal. Ningún refinanciamiento es posible sin un plan económico creíble que muestre una ruta de salida de la crisis. Lo cual es impensable con este gobierno, que lo considera inadmisible.
¿Por qué? Pues porque las finanzas públicas venezolanas son un enorme desorden, la industria petrolera está muy mal, y porque nuestra economía se ha venido abajo. Se estima que el PIB –el total de los bienes y servicios producidos en el país- caerá 12% este año y viene bajando desde 2014. La menor producción más la escasez de divisas para importar por menos ingresos y deuda, sin contar la corrupción, causa la escasez. Todo ello cuando para fin de septiembre teníamos una inflación acumulada de 536,2% según la Asamblea Nacional, porque el BCV ya va para dos años sin actualizar datos. Hagámonos una idea, según el FMI, Venezuela tendría la mayor inflación mundial con 1.133%, diez veces más que la de Sudán del Sur, que es la segunda. En América Latina nos sigue Argentina y ellos se quejan, con el 22%, o sea 51,5 veces menos que nosotros.
Esta terrible situación debería provocar la acción del Gobierno y el BCV, cuyas políticas son su causa. Y la atención de la Asamblea Nacional, cuyos poderes y atribuciones han sido indebidamente recortados en perjuicio de los ciudadanos. Y de la Fanb, porque es cuestión de seguridad nacional según el 326 constitucional.
Los venezolanos sufrimos día a día una gravísima situación que empeora.
Ramón Guillermo Aveledo
@AveledoUNidad
