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Después del 15-O: Fuente Ovejuna, nadie fue

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Después del 15-O: Fuente Ovejuna, nadie fue

 

“El 15 NO nos debe dejar tristezas ni un “yo te lo dije”, sino el mérito de reiniciar con fuerza y determinación, la tarea pendiente…”

 

 

 

La gente salió y votó. Hubo abstención. Pero aunque nociva, fue el CNE quien “mejor” exhibió sus armas: una nueva forma de engañar al pueblo, de inmovilizarlo, neutralizarlo y desviarlo selectivamente. Moviendo el gerrymandering a discreción (manipulación arbitraria de clivajes distritales para obtener ventaja electoral), el CNE puso a ganar a los suyos “casualmente” por ventaja mínima, con gobernaciones adjudicadas con un 51%-sic-

 

 

 

Una de las lecciones que debemos aprender después de largos 18 años de despojo institucional, democrático y republicano, no es abstenerse por saber que hay trampa. Es no claudicar en ningún terreno para defender nuestra libertad, porque precisamente sabiendo que quien está en el poder no es honesto, combatirlo no se logra con allanamientos y criticismos internos.

 

 

Hay cosas que toca decir. Desde sectores medios e “intelectuales” disidentes, se apostó y se sigue apostando al fracaso de la oposición representada en la MUD. Una actitud torpe, inútil, divisionista, corrosiva y egoísta que trata de trasladar a ese liderazgo opositor, los problemas y graves carencias que atraviesa el país, además con falsas imputaciones y argumentos absurdos (vendieron la protesta, negociaron gobernaciones), sin que medien pruebas ni sentido en los señalamientos. Estos resultados manifiestamente inconsistentes y chimbos, son prueba que aquí nadie negoció nada y menos entregaron al verdugo nuestros anhelos democráticos. Tampoco es hora de un “yo lo sabía, en dictadura no se vota”. Ahórrenselo. Estas posiciones automáticas, sabiondas y principistas, lo que hacen es partir un plan hermanado de movilización organizada y voluntad unitaria, para precisamente impedir ante un fraude descomunal y manifiesto, que la población revire y por el contrario, se quede en la lona. El abstencionista se sentirá triunfador, y para nada emplazará la calle a desnudar el fraude porque “fueron Uds. quienes la enfriaron”. Actitudes que nos vienen colocando en un callejón sin salida…

 

 

 

Lo demoledor en medio del desastre defraudatorio, fue que el pueblo llano, humilde, que más sufre y no come con Facebook, Instagram o Twitter; salió masivamente a decir Maduro vete ya. A pesar del letargo en la apertura del proceso, de las vejaciones a electores de tercera edad, de migraciones sorpresa y selectivas (que impactaron de manera decisiva en Estados que jamás hubiese ganado el gobierno); de intimidaciones y una sinfonía propagandística descarada del oficialismo, el pueblo expresó su fatiga y descontento ejemplarmente, mejor que muchos “líderes, pensadores, analistas e intelectuales” de oposición, enfrascados en vernos las costuras entre nosotros mismos. Aquí no hay excepciones ni vencedores en la oposición. Todos fuimos derrotados. No en papeletas, sino en el andar político y táctico.

 

 

 

 

Quedan en el paladar dos sinsabores: el nuevo método CNE avalado por el “Plan República” de migrar electores y colocar barreras en las circunscripciones claves para poner a coronar a sus rojos por nariz, y una oposición abatida y descolorida, no en lo electoral sino en lo moral, que no logró la convocatoria de rigor para defender el voto, invadida de arrogancias y deslindes estériles. Ello sensiblemente conduce al gobierno a plantearse el desafío de las presidenciales 2018 e incluso adelantarlo. Sigo pensando que este reto sería victorioso para la oposición, y que lo bueno es que Maduro y su corte quieran encararlo. Pero debemos mantener el apoyo y vigilancia de la comunidad internacional, desvelando otro engaño más, al tiempo de reconstruir la unidad perdida so pena de quedar como el mito del minotauro, descabezados de humanidad y perdidos en el laberinto…

 

 

 

No hay clivaje más frágil que la vulnerabilidad moral del aspirante al poder. El gobierno en sana lid no ganó nada, y en mala hora y en mala facha, logró que se colaran en nuestras narices unas elecciones ventajistas, maniqueas y tramposas. Nadie dividido y agazapado podía en medio de este evento acomodado, parase y cantar fraude. De hecho Blyde tuvo que callar. Peligrosísimo. Seguid el ejemplo de los gochos: ¡Calle, voto, vigilancia, queso frito y cuajada desde la madrugada! Así no hay manera de que nadie les robe una elección.

 

 

Urge relajar y concitar actitudes, comidillas de la anti política, de la destrucción infalible de la imagen opositora (interna y externa) y de la fragmentación disidente. Si no revisamos con humildad esta displicencia, las puertas para una reelección absurda, injusta e insólita de un Gobierno paria, queda abierta para el 2018. Otro diálogo, otra negociación es mandatoria. La de oposición-oposición. El 15O nos dejó un mensaje muy importante y lapidario: la voluntad del pueblo de recuperar su libertad, su democracia y su derecho a comer y vivir dignamente, es superior a cualquier interés particular o partidista. Y Es hora que todos lo tengamos claro con elevada nobleza.

 

 

 

El 15O NO nos debe dejar tristezas ni un “yo te lo dije”, sino el mérito de reiniciar con fuerzas y determinación, la tarea pendiente. Levantemos y volvamos caras unidamente.  El resto es banal y a quien favorece es a fuente ovejuna, donde nadie fue…

 

 

 

 

 

Orlando Viera-Blanco

@ovierablanco

 

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