Después de la apoteosis
julio 18, 2017 5:38 am

Los resultados son altamente satisfactorios y se los explico: El registro electoral permanente son 19.000,000. Menos abstención tradicional para este tipo de eventos 40% da 7.600,000.

 

 

Quedarían votantes potenciales o posibles 11.400.000.

 

 

Votos opositores 7.564,389 Lo que dejaría para el Gobierno con una cifra hipotética de 3.835.611

 

 

El problema es que el régimen puso a rodar lo de los 11 millones y mucha gente se lo creyó. Luego cuando dan los resultados reales se decepcionan. Fíjense que aún si bajamos la abstención a 30% y le damos todos esos votos al régimen, no llegarían a 5 millones.

 

 

Esta epopeya se cumplió a pesar de tener que cumplirla sin promoción, solo los guerreros del teclado echándole un camión, porque CONATEL-o sea Maduro-resolvieron que la campaña pro-consulta popular estaba prohibida y sacada del aire por el CNE. Fue una elección anunciada y ejecutada en seis días. Seis días. Eso es falla nuestra, la falta de coordinación y los aislamientos.

 

 

Otra cosa, se operó con siete veces menos centros de votación. Y el régimen con el garrote en la mano amedrentando a sus empleados y aterrorizando a sus adversarios hasta el punto de asesinarlos la tarde del domingo en Catia. Todos esos allanamientos y detenciones, previas a la consulta, tenían como finalidad paralizar de miedo al pueblo.

 

 

Son entonces más de 7.186.170 votos que hoy se convierten en una disidencia férrea contra el régimen de Nicolás Maduro. Un éxito desde donde se vea.

 

 

Nuestro reconocimiento a todos los equipos partidistas, a los estudiantes, academias, universidades, gremios, periodistas, obreros de todos los ramos, a los exiliados, esa gente que se fajo como en los mejores tiempos, tanto en la zona metropolitana de Caracas, como en el interior del país, y que decir de los gloriosos exiliados, ese gentío que se arremolino en todas las plazas públicas del mundo entero, por la extraordinaria participación que tuvieron en el cumplimiento de las tareas que hicieron posible realizar la odisea de movilizar más de 7 millones de venezolanos que protagonizaron el acto de desobediencia civil más democrático y más grande del mundo. Todo ese esfuerzo se cumplió en medio de limitaciones, que vale la pena recalcar, de logística, amedrentamientos, obstáculos publicitarios, tiempo y fallas propias que ya habrá ocasión para sopesar. Recomiendo convocar a los equipos protagonistas de esta hazaña y organizar reconocimiento merecido. 7,2 millones en 14 mil mesas, lo máximo obtenido previamente fue 7,5 MM con 45 mil mesas…. ¡imaginen si hubiésemos tenido esa cantidad de mesas los terminamos de aplastar con más de 14 millones…!. Sin Plan República ni máquinas del CNE. Solo con la férrea voluntad de un pueblo valiente.

 

 

Son 7.186.170 con el 95% escrutado… con esto tienen un mandato que acatar los diputados a la Asamblea Nacional. El pueblo soberano respondió las preguntas y dijo que rechaza ese bodrio de “constituyente” chimba. Que la Fuerza Armada debe someterse a lo que pauta el artículo 328 constitucional, que hay que designar nuevos poderes públicos y darnos un nuevo gobierno. Procedan pues sin dilaciones.

 

 

Por ultimo una reflexión crítica: el sectarismo hace daño y cierra caminos para que mucha gente competente ayude. La desorganización con apariencia de disciplina limitó avanzar más allá de donde llegamos. Recuerdo que cuando se asomó en la Asamblea Nacional la posibilidad de hacer la Consulta ceñida al art 70 de la C.N, se armó un berrinche llamando “traidores” a quienes corrieron ese riesgo. Se perdieron dos meses-mayo y junio-porque fue a principios de este mes cuando se enserio la idea de empujar lo que bautizó el propio ciudadano como plebiscito. Ese perverso Juego de egos que complican elaboración de estrategia con objetivos es nocivo. El Secuestro de instancias para tomar decisiones inhibe y desecha opiniones valiosas. Hacer autocrítica es saludable si prevalece el propósito de enmienda. No sigamos convirtiendo en derrotas nuestras esplendorosas victorias, las que protagoniza este bravo pueblo venezolano.

 

 

Antonio Ledezma