¡Dejemos la corredera, vamos bien…!
enero 22, 2019 6:42 am

 

Lo primero es enlistar los errores políticos que nos condujeron a este pandemónium. El primero (1992) cuando se le permitió a Hugo Chávez celebro-debutar con su por ahora en cadena

 

 

Han sido tortuosos 20 años del deterioro criminal que jamás experimentó sociedad alguna en Latinoamérica. Hemos tenido etapas más violentas cómo guerras civiles, dictaduras o guerrillas urbanas. Pero nunca la hambruna, el éxodo y la fechoría que alcanzamos hoy ¿Por qué?

 

 

Nuestras zonas erróneas

 

 

Lo primero es enlistar los errores políticos que nos condujeron a este pandemónium. El primero (1992) cuando se le permitió a Hugo Chávez celebro-debutar con su por ahora en cadena de radio y televisión. Un país minado por la antipolítica y clientelismo pronto convirtió a Hugo Chávez en el nuevo mesías. Al “segundo” gran error: La conjura contra Pérez desde los sillones de los notables. El tercer gazapo: el sobreseimiento de Rafael Caldera (1994) a HCHAF. Habilitó a Chávez para fuese candidato a la PDR en 1997. Una coalición entre Enrique Salas y el resto de los partidos, catapultó ayudadito por los medios, intelectuales y empresarios, al “Tenientazo-Coronelote” de Sabaneta. Una historia acicalada por estas calles, el gendarme necesario y la obra de Carlos Rangel, Del buen salvaje al buen revolucionario, ilustraba una épica caliche. Simpatías ingenuas y malsanas por doquier. Nacía un aprendiz de sable y caudillo que se autoproclamó bolivariano-revolucionario. ¡Hasta Olavarría le creyó…!

 

 

El golpista se hizo Presidente. La otrora CSJ le concedió el llamado a Constituyente (inexistente en la Constitución de 1961). ¿La otra seguidilla de infortunios?: El Kino electoral que eligió la Asamblea Constituyente; llamar a plebiscito [no previsto]; desmantelamiento del Estado; relanzamiento de una macrocomuna a la medida de Chávez; conversión de las FFAA en un brazo político; decreto de “emergencia económica” que habilitó más de 40 leyes ilegítimas; inicio de la cubanización y del apoderamiento del botín: Pdvsa. ¿Más? Llamar a un paro nacional inmolador sin reserva militar y política (2002); el golpe de estado del 11A/2003 donde Carmona se precipita y disuelve los “Poderes Públicos” y la clase política lo deja solo. ¿Común denominador de las pifias?: El síndrome de nuestra cultura política: “la cabra que salta pal’ monte… (Dixit Ruth Capriles). Eso no es conmigo, ese no es mi problema…

 

 

En 2005 fuimos a un RR tolerando en nuestras narices un andamiaje electoral defraudatorio. Debutaba Smartmatic. “Minutos” más tarde, regalamos la AN… En 2006 Manuel Rosales es “elegido” como candidato presidencial de la oposición. Sólo un 40% de las máquinas se vigilaron [La cabra que salta…]. Era natural: Un candidato impuesto de arriba hacia abajo no contó con la lealtad de la militancia. En 2009-desunidos-Chávez mete de contrabando la reelección presidencial. Y en 2012 -enfermo y terminal- impone a Nicolás Maduro. Todo ocurre, mansamente…

 

 

Ganar y no cobrar

 

 

Capriles gana las elecciones de abril 2013. Pero arruga (Confesión de parte). En 2014 Leopoldo López comete otro error: Le cree a Cabello, se entrega y jura que el pueblo le sacará de la cárcel. La salida se convierte en un salto caótico a la anarquía, la confusión y la fragmentación del liderazgo. Se pisa el peine del diálogo con elevadísimas expectativas de un desenlace pacífico, democrático y constitucional. Se desmorona la protesta. Surge la MUD. Emerge el consenso táctico. Gracias a una agenda cohesionada se logran 112 escaños en la AN (2016).

 

 

Instalada la nueva AN comienzan los saboteos internos que impiden la eficacia en la toma de decisiones. Nos doblamos y nos partimos. Temprano llegan las sentencias del TSJ de Maduro anulando curules, el poder de censura de la AN y la Ley de Amnistía. Se decreta el abandono de cargo de Maduro y la designación de nuevos Magistrados del TSJ. Es tarde. Estalla la protesta de 2017 reeditando el formato de descoordinación y desconexión con las masas populares 2014. Vamos a un referéndum ciudadano el 16 de Julio 2017 [sin músculo ejecutorio] y de pronto, el bombazo: Una Asamblea Nacional Constituyente agarra a todos fuera de base. La convocatoria electoral nos divide. Nadie sabe cómo tragar ninguno de los dos caminos. Ni papeletas ni 350. Todos a la lona (puff!)…como condoritos…

 

 

Unidad, prudencia y outsider

 

 

Llegamos a 2019 fracturados, divididos e invadidos de un radicalismo normativo en una oposición que pasa del realpolitic. Expira el término de Maduro. Surge la tesis de la usurpación en el poder. Nadie apostaba que un joven político imprevisible, modesto y disciplinado inspirara nuevamente a la gente. Los “tartufos” no se hicieron esperar: ¡Que se juramente y se ponga la banda! Y el muchacho les contestó con humildad: “Ya va, bájale dos, no puedo solo…”. Sencillo. Suave. Suficiente para que reemergiera la luz, la emoción, la confianza.

 

 

Los errores cometidos son previsibles: Desagregación, divisionismo, presidencialismo, prepotencia, inmediatismo e improvisación. Es tiempo de unidad, patriotismo, humildad, disciplina y planificación. La justicia se aplicará al restituir la república. No al revés. Los Cabildos Abiertos son maravillosos. Nacionales, locales, no capitalinos. Hay que surfear la ola con el pueblo. Eso es la política. “Defensiva en la ausencia, ofensiva en la abundancia”. La soberbia es mala consejera, y la única forma que la cabra no salte otra vez pal’ monte, es dejando la corredera… Falta poco. ¡Vamos bien!

 

 

 

ORLANDO VIERA-BLANCO

@ovierablanco