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De rentista a industrializado

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De rentista a industrializado

Dejar de ser un país dependiente de la renta petrolera y convertirse en un país industrializado ha venido afirmándose cada vez más como una aspiración y una necesidad. La idea dominó de algún modo el reciente Congreso de Conindustria. No es la primera vez que se plantea. En esta ocasión, sin embargo, tuvo la fortuna de venir acompañada de una hoja de ruta, un análisis bien sustentado y un conjunto estructurado de propuestas y compromisos. Ese es el gran aporte de Visión Venezuela Industrial 2025, el documento central del congreso.

 

El primer valor de la propuesta y la razón por la que merece una amplia difusión y discusión es que no se trata de una visión para Conindustria sino para el país. Su naturaleza y alcance justifica el interés de todos los actores, tanto de quienes están llamados a orientar la economía a partir de la definición de políticas públicas como de quienes tienen como función activarla sobre las bases de productividad, competitividad e innovación

 

En su confección, fruto de estudios y discusiones sostenidos desde el año 2011, el documento destaca la perspectiva de futuro, pero simultáneamente ofrece un fundamentado análisis del pasado y del presente, de lo construido y lo destruido, de las causas y las complejidades. Marcado por el compromiso y la definición de propuestas concretas, presenta una agenda capaz de contribuir a la reconstrucción de un marco institucional eficiente e inclusivo, de avanzar en acuerdos y de promover las políticas y necesarias para el doble propósito de recuperar lo logrado en otro momento en materia de industrialización y de impulsar un proceso abiertamente industrializador, coherente, sistemático y profundo.

 

La constatación de un amplio acuerdo en torno a la necesidad y a la urgencia de activar la producción nacional no resulta suficiente si paralelamente no se trabaja en las condiciones básicas para hacerlo efectivo. Tendría, de hecho, futuro muy limitado una propuesta que no incluyera –como lo hace el documento de Conindustria– los temas clave de la productividad, investigación y desarrollo, educación y promoción del talento. Es en estos terrenos donde finalmente se decidirá el juego.

 

Se impone, en efecto, un concepto de productividad que incorpore las dimensiones tecnología e innovación y conjugue calidad de los bienes y servicios con calidad de gestión y de gerencia. Investigación y desarrollo determina cada día en más alto grado la posibilidad de agregación de valor. El desarrollo de un avanzado proceso de industrialización se afirma sobre la base de una sólida educación técnica y de un esquema de negocio capaz de ser simultáneamente un reto y una oportunidad para el talento de nuestros técnicos e ingenieros. A este propósito, debería ser motivo de preocupación la incapacidad que se viene percibiendo para retener en el país el talento formado en nuestras universidades o el abandono de su experticia técnica y de su capacidad innovadora por funciones administrativas o gerenciales.

 

La ruta para desarrollar una industrialización sustentable, como la definió José Tavares, director del Centro de Estudios de Integración y Desarrollo de Brasil, ha sido trazada en el documento de Conindustria. Es el comienzo necesario. El éxito tomará su tiempo y su esfuerzo. Lo demuestra el ejemplo reciente del nuevo campeón mundial de fútbol. Si alguna coincidencia se ha dado entre los analistas a la hora de explicar las razones del triunfo del equipo alemán es en el esquema empleado: planificación y dedicación para formar un equipo joven y competitivo, búsqueda y promoción de talentos, creación y mantenimiento de infraestructura para la promoción del deporte.

 

El documento de Conindustria es una buena guía para asegurar un equipo ganador, que para el caso es un país industrializado, competitivo, generador de riqueza. Para alcanzarlo hay que comenzar hoy. Los primeros pasos para la meta de 2025 no pueden esperar a mañana. Se trata de un cambio profundo en la visión del proceso económico, pero también de un cambio de mentalidad: la rentista por la productiva.

 

 Gustavo Roosen

nesoor10@gmail.com

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