De dólares y lujos
octubre 23, 2013 7:56 am

«Venezuela se da el lujo de colocarle dólares a los ciudadanos en sus tarjetas de crédito para que puedan comprar en el extranjero y viajar». Eso es un lujo afirma Nicolás Maduro.

 

El hombre que no muestra su partida de nacimiento, manipula y miente con esa declaración dando a entender que a los venezolanos se nos regalan dólares, cuando la verdad -y eso lo sabemos quienes sufrimos en este país- es que tenemos que llenar carpetas y más carpetas para que Cadivi nos otorgue un cupo que cancelamos con nuestros bolívares, los que ganamos con trabajo y esfuerzo.

 

Nadie nos regala nada, los compramos y pagamos completicos. De cuántos verdes hablamos ¿1.000, 2.000, 3.500? ¿Cuántos euros se le consiguió a un funcionario del Ministerio del Deporte en Bulgaria? Si mi memoria no me falla 407 mil. ¿No ha dicho la esgrimista mayor que a un solo corredor se le aprobaron más de 60 mil dólares? ¿No hay unos atletas detenidos porque se llevaron un montón de lechuga verde? ¿Los pagaron? No. Se los cogieron y «por respeto no decimos sus nombres» ha dicho Benítez, la esgrimista.

 

Sin temor a equivocarme, todos esos individuos deben ser enchufados y bien enchufados, porque si no, ya sabríamos sus nombres y apellidos. Esa es «la burguesía parasitaria que conspira contra Venezuela, ahí se unen dos, se unen los conspiradores que arman trampas, tramoyas y las multiplican». Maduro, no señale para otro lado, no manipule ni engañe, busque en su círculo, que allí están quienes desangran y destrozan al país.

 

Por cierto, los únicos que se dan el lujo que les pongan regalado en sus tarjetas de crédito y en efectivo dólares sin pagar, son los altos funcionarios del gobierno. ¿Cuánto gastó usted en viáticos como canciller el año pasado? Según las cuentas del diputado Berrizbeitia, fueron 8 millones de dólares americanos. Eso sí es un «regalo».

 

Diosdado no se contagió del buen humor del Recluta.

 

El uniformado Beto -como los soldados de aquí- jamás fue a combate. No sabemos si lo pusieron a vender pollos, papas en planes parecidos al Bolívar 2000, 2001, 2002 y subsiguientes. Pero no tenía cara de hacerse de lo que no era suyo. Ciertamente era flojo, bostezaba constantemente y tomaba «camaroncitos» con frecuencia, pero nada de lanzar bombas lacrimógenas contra compatriotas desarmados, nada de lanzar «gas del bueno» a nadie, esa no era su naturaleza.

 

En el campamento de Beto el Recluta, se hallaba por allá en los años 50, el pelotón mejor entrenado para combatir al mal humor… e hizo reír a grandes y chicos por algunas décadas en todas partes del mundo. Nada de gritos de muerte o patria, nada de socialismo o comunismo, cero matraca a los civiles. Buen humor fue la característica de este soldado holgazán y flojo… pero nunca soberbio o empoderado.

 

La verdad es que prefiero a Beto a los uniformados que quieren imponer el miedo a toda una colectividad. Diosdado: que falta le hace un poco del buen humor de Beto quien además fue una tira cómica exitosa que se publicó en más de 1.300 diarios y periódicos a nivel mundial. Beto tuvo éxito, al menos en hacer la vida más alegre a quienes le siguieron. Usted y su gobierno no tienen éxitos que mostrar y han traído llanto y tristeza a más de la mitad de los venezolanos. Una gran diferencia.

 

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@nituperez