El Gobierno bloqueó el proceso de transferencia de competencias hacia los estados, y en tal sentido la descentralización de los servicios de salud fue revertida, quitándoles la facultad de administrar hospitales y centros ambulatorios. El artículo 4 de la Constitución Nacional determina que Venezuela es un Estado descentralizado y, por tanto, esa decisión gubernamental fue otra de las muchas violaciones a nuestra Carta Magna, y los resultados no se hicieron esperar.

Hemos visto que la crisis asistencial en todo el país se viene intensificando debido a la ineficacia e improvisación del Gobierno. Los venezolanos no cuentan con un servicio de salud descentralizado y participativo que garantice los servicios básicos necesarios, establecido también por la Constitución en su artículo 84. A esto se le añade la carencia de medicamentos y equipos, por lo cual son muchos los pacientes que han muerto de mengua a las puertas de los hospitales. También es notorio el progresivo deterioro de las instalaciones.

Las dificultades se acentúan en hospitales y otros centros de salud en esta área, que debe tener como prioridad el mejoramiento de las condiciones y su calidad. El Gobierno desarrolla una estrategia publicitaria para ocultar el fracaso de su política aun cuando ha contado con innumerables recursos. Lo que se palpa en cada pueblo del país es una crisis que se agrava ante la desesperación de la gente. La llamada Misión Barrio Adentro es solo un cuento.

A esto se suma que el pasado 24 de abril, la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales alertó sobre la “grave crisis de operatividad” que atraviesan 208 instituciones afiliadas de no ser atendidas debidamente por el Gobierno nacional como órgano garante del derecho a la salud.

A través de un comunicado, esa organización aseguró que ha denunciado reiteradamente el pobre suministro de insumos, medicinas, material médico-quirúrgico, equipos médicos y sus repuestos “por las dificultades para la obtención de las divisas y el retraso en los trámites de importación por parte de nuestros proveedores”. “Esta situación puede traer consecuencias lamentables, como algunas complicaciones y hasta el deceso de venezolanos por no poder ser atendidos con la calidad, seguridad e insumos necesarios”.

Los pacientes se encuentran prácticamente sentenciados.

Alcalde Metropolitano

Por Antonio Ledezma