Conservadas por la estupidez
abril 28, 2014 7:51 am

El gobierno, como si no tuviera suficientes problemas, arremete nuevamente para ver si esta vez logra la tan anhelada ideologización de nuestros escolares, para poder «naricearlos» a su antojo. Pero como dice mi amigo Jorge Sayegh, una cosa es que la aprueben y otra que la pongan en marcha. Se necesita mucha disciplina, mucha eficiencia y mucho tesón para modificar un sistema educativo, y todos sabemos que aquí la poca disciplina y eficiencia que había las mató la revolución roja rojita. Tesón sí han tenido para fregar, pero dudo que solo con tesón lo logren.

 

Sin embargo, no deja de ser preocupante el que la ya maltrecha educación que se imparte en el país empeore. Aunque la resolución copie -en ocasiones textualmente- la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, cite fundamentos legales rimbombantes o se apoye en soportes jurídicos, el fantasma del Estado Docente vuelve a amenazar a los escolares venezolanos. El Estado que suple el papel de los padres y los docentes en la educación de sus hijos y alumnos.

 

Un corto pero contundente análisis de la profesora Olatz Isasi, coordinadora académica del Centro de Derechos Humanos de la UCAB, llama la atención sobre el literal f del considerando: «la Resolución 058 señala que ‘los ambientes escolares son espacios abiertos los 365 días del año para la enseñanza y el aprendizaje, la práctica democrática y la transformación de la estructura institucional necesaria para el desarrollo del poder popular'». Si tomamos en cuenta que el Poder Popular tiene como uno de sus fines, «… construir las bases de la sociedad socialista, democrática, de derecho y de justicia», además de las repetidas referencias que se hacen a consejos comunales, y colectivos sociales, no discriminados, como miembros de los comités del Consejo Educativo con injerencia en planificación, ejecución, seguimiento, control, supervisión y evaluación dentro de las instituciones educativas, se puede inferir la posibilidad de que la escuela se convierta en espacio de ideologización atentando contra el necesario pluralismo que garantiza la educación de calidad» (http://tinyurl.com/p9mlnvv).

 

Las reformas deben llevarnos hacia adelante, no hacia atrás: las «revoluciones» como la nuestra, esas enfermedades sociales, se conservan gracias a la estupidez. ¿Aprenderemos?

 

@cjaimesb

Por Carolina Jaimes Branger