¿Cómo llegamos a esto?
mayo 23, 2015 11:18 am

Luego de una hora de cola a las puertas del Bicentanario, la mujer de unos 45 años de edad se preguntó ¿Cómo llegamos a esto? Ella es una profesional y ocupa un cargo gerencial importante en un organismo del Estado. Proviene de una familia con un pasado glorioso en los tiempos de la lucha armada. La ideología marxista familiar, en declive durante 20 años, renació con la llegada de Hugo Chávez al poder y los dos guerrilleros sobrevivientes de la familia desempolvaron sus viejos manuscritos para trabajar como asesores en el gobierno revolucionario.

 

 

De allí que la vida profesional de esta heredera del leninismo se desarrolló intentando construir al «hombre nuevo».

 

 

Ella se formó como profesional en democracia pero conservó en su memoria las historietas heroicas de sus tíos en los tiempos de la lucha armada. Aunque jamás se tomó la molestia de leer los textos de Lenin o de Trotsky, algunos conceptos quedaron impresos y le sirvieron como insumo para dedicar los últimos años a servir a la Venezuela socialista.

 

 

Pero esa trayectoria ilustre no la eximió de tener que aguardar cerca de hora y media para recibir los dos litros de leche, dos kilos de «Harina Pan» y una bolsita de medio kilo de café Imperial; pues su cargo no contempla escoltas que le busquen los productos de primera necesidad.

 

 

Le comenta a su compañera de cola que ya no aguanta las piernas y la pesadumbre aumenta cada vez que revisa el celular. ¡El dólar paralelo parece que rebasó los 400 bolívares!

 

 

Como buena revolucionaria trata de identificar quiénes pueden ser los bachaqueros que se infiltran en la cola pero resulta difícil, pues solo encuentra rostros que reflejan la misma angustia: «parece que solo están dando dos litros de leche», dice una señora tres puestos más adelante. «Me dijeron que en el Madeirense llegó jabón», dice otra más atrás.

 

 

Maduro en cadena nacional acaba de identificar quiénes pudieran ser los promotores del bachaqueo. Señala a los dos partidos políticos más fuertes de la oposición. Se presume que se refiere a Primero Justicia y Voluntad Popular que lograron los primeros lugares en la lista de candidatos al Parlamento. Ahora la «guerra económica» tiene sus promotores y seguramente el Gobierno en dos o tres semanas resolverá el problema de la escasez encarcelando a sus líderes.

 

 

Ya algunos miembros del entorno hablan de la corrupción desbocada, de que tal dirigente se ha hecho multimillonario. Miran con recelo la vida en otros países amigos cuando regresan de alguna misión en el exterior y ya algunos de sus compañeros más consecuentes con el «legado» están manoseando la idea de emigrar.

 

 

Los analistas ya hablan de hiperinflación y se avizora una especie de «implosión». La esperanza de que se produzca un cambio de rumbo ya no es una opción para estos chavistas ideológicos. Las diarias cadenas de Maduro parecen una radio novela retórica cuyos capítulos no encuentran ningún desenlace.

 

 

Después de dos horas invertidas, la gerente regresa a su oficina con un par de bolsas con el producto asignado. No consiguió papel tualé pero vino con dos litros de leche. Quizás la próxima semana logre conseguir el papel. Vuele la mirada a su compañera de oficina y ratifica su inquietud inicial: ¿Cómo llegamos a esto?

 

Francisco Olivares

 

Twitter: @folivares10