“Europeísta: 1. adj. Que simpatiza con Europa. 2. adj. Partidario de la unidad o de la hegemonía europeas”.
Basándome en esta definición del diccionario, soy un europeísta.
Sí, ya se. Esta no es una causa fácil de defender en estos tiempos. La lista de defectos, frustraciones e hipocresías del «proyecto europeo» es larga y fácil de hacer. La conocemos.
No obstante, a pesar de sus graves y obvios defectos, sigo creyendo que una Europa más fuerte es indispensable no solo para los ciudadanos del viejo continente, sino para todos los habitantes del planeta. Y para que Europa sea fuerte es necesario que esté más integrada y que sea cada vez más capaz de actuar en concierto.
Mi europeísmo se basa en la convicción de que el mundo sería mejor si los valores europeos son más dominantes que los que predominan en la Rusia de Vladimir Putin, la China de Xi Xinping o en tantas otras partes del mundo donde la democracia y la libertad no son valores fundamentales.
Pero los vientos que soplan en estos tiempos apuntan más a la des-integración entre las naciones del continente que a su integración; a un futuro con menos Europa que con más Europa. La posible salida del Reino Unido de la Unión Europea, en caso de que Brexit gane el referendo de esta semana, sería solo un ejemplo extremo de los autogoles que se están propinando los europeos. La proliferación de políticos ultranacionalistas y con extremas propuestas antiinmigrantes es otro lamentable, pero muy real, ejemplo de estos autogoles.
Sobre todo esto arrojan interesantes luces recientes sondeos de opinión publica en Europa llevadas a cabo por el Pew Research Center. En 7 de las 10 naciones donde se hicieron los sondeos, más de la mitad de los encuestados opina que su país debe concentrarse en atender sus propios problemas y dejar que los demás países se las arreglen como puedan con los suyos. 56% de los encuestados en los 10 países opinaron así. En Grecia es donde esta opinión es más popular (83 % de los encuestados) seguida por Italia (67%) y Francia (60%). El país donde esta opinión es comparativamente menos popular es España (40%).
En general, los europeos piensan que su país es hoy menos importante de lo que era hace una década. 52% de los italianos, 50% de los españoles, 46% de los franceses y 40% de los ingleses piensan que su país ha perdido influencia en el mundo. La excepción es, por supuesto, Alemania, donde el 62% de los encuestados piensan que su país es hoy más importante.
La percepción de que el peso de su país en el mundo está en declive es consistente con la percepción de gran vulnerabilidad y graves amenazas a la seguridad nacional que sienten muchos europeos. De las muchas amenazas que enfrenta Europa, el terrorismo de ISIS es el más comúnmente mencionado como el principal peligro. Esto opinan casi todos los españoles (93%) y la gran mayoría de franceses (91%) e italianos (87%). En 9 de los 10 países encuestados ISIS sale de primero en la lista de amenazas.
Las otras dos amenazas más frecuentemente mencionadas son el cambio climático (66% en promedio y un temor que comparte más de la mitad de los encuestados en cada uno de los países sondeados) y la inestabilidad económica global (60%). Cabe destacar que la percepción de que el cambio climático es una de las más graves amenazas ha venido aumentando. En 2013, el 64% de los españoles mencionaban el cambio climático como una de las principales amenazas mientras que ahora es el 89%. En Francia, esa percepción pasó del 64% entonces al 73% hoy y en Italia del 56% al 72%.
Sorprendentemente, la crisis provocada por la masiva inmigración de refugiados no es vista como una de las principales amenazas. En Holanda el 64% no califica la crisis de los inmigrantes como una gran amenaza y lo mismo piensan el 76 % de los suecos y 58% de españoles. En contraste, el 73% de los polacos 69% de los húngaros y el 65% de los italianos si consideran la reciente ola de inmigrantes una seria amenaza. Pero, en general, en la decena de países estudiados más de la mitad de los encuestados no cree que la reciente ola de inmigrantes constituye un riesgo mayor.
Pero quizás uno de los hallazgos más inesperados de estos sondeos es el apoyo del cual aun goza la Unión Europea. 74% de los encuestados desea que este organismo tenga un mayor protagonismo internacional. Los tres países donde esta esperanza es más común son España (90%), Francia (80%) e Italia (77%). Inclusive, más de la mitad de los británicos (55%) también quiere esto.
¡Que sorpresa!
Es bueno saber que hay más europeístas de lo que a veces parece.
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