Atraco
noviembre 3, 2017 6:42 am

El CNE es el arma que utiliza la dictadura de Nicolás Maduro para atracar la voluntad electoral de los venezolanos. Hubo fraude en los comicios presidenciales de abril de 2013, hubo fraude en las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente del 30 de julio de 2017, hubo fraude en las elecciones de gobernadores regionales del 15 de octubre pasado. No es una, son tres joyas de la corona (¿de espinas?) que fulguran sobre la cabeza del régimen.

 

 

 

Hurgando en la historia nacional, es citable un par de fechorías electorales parecidas a las de ahora. Una, la del 1° de septiembre de 1897, cuando el gobierno de Joaquín Crespo impuso como ganador al candidato presidencial oficialista Ignacio Andrade, de quien también se decía que era colombiano, contra el candidato verdaderamente triunfador, José Manuel Hernández, el Mocho. Dos, la del 30 de noviembre de 1952, cuando Pérez Jiménez falsificó la votación y le adjudicó al FEI, partido gubernamental, la mayoría de diputados de la Asamblea Constituyente, lo que provocó la digna renuncia del presidente Vicente Grisanti y otros miembros del máximo organismo electoral de entonces.

 

 

 

Como si fuera cierta, la tesis de Juan Bautista Vico sobre los ciclos o de los corsi y ricorsi de la historia, hace aparecer, remontando sobre el lomo del tiempo, las semejanzas entre situaciones ya vividas. Una especie de déjà vu.

 

 

 

Los que mandan en Miraflores y sus alrededores esperan repetir la hazaña ignominiosa del fraude en las elecciones de alcaldes municipales y de Gobernador del Zulia, pautadas para el próximo 10 de diciembre. Ya las alegres rectoras (no las comadres de Windsor) del CNE han anunciado que se aplicarán las mismas reglas ya conocidas, entre estas, el mantenimiento de las reubicaciones de centros electorales, lo que, al mejor estilo totalitario, garantiza el control hegemónico de las instancias por elegir. Después, se repetirá la exigencia de postrarse para la juramentación ante la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente.

 

 

 

Esta vez, afortunadamente, los partidos de más peso no serán piezas prestadas para el sainete, y la comunidad internacional se apresta a ampliar las sanciones contra la dictadura y sus jerarcas. Negativa de visas y congelación de cuentas bancarias ya se sienten venir.

 

 

 

Preocupan, sí, las declaraciones de los más altos voceros de la FAN respaldando el atraco electoral que presenciamos y padecemos. Con ese respaldo, el atraco pasa a ser un atraco a mano armada.

 

Carlos Canache Mata