Con todo el caos que está viviendo nuestro país, es indudable que pronto llegará el cambio que tanto anhelamos. Con un Gobierno que no gobierna nada, con un Gobierno que lo único que ha demostrado es ineficiencia e incapacidad, con un Gobierno que no resuelve los problemas de los venezolanos y con un pueblo que está cansado de promesas. Siguen empeñados en aplicar un sistema que no sirve, que fracasó, que lo único que está logrando es perjudicar al pueblo, que cada día pasa más calamidades.
Es absolutamente increíble el grado de ineptitud de estos señores. Venezuela está grave desde cualquier ámbito que se enfoque, económico, social, político. ¿Qué más quieren? Han destruido todo. Sí han trabajado, pero para robarse la plata y atornillarse en el poder. Pasamos de ser un país productor a ser un país paralizado, un país que todo lo trae de afuera, aquí ya no producimos nada. ¿Cuántos puestos de trabajo se habrán perdido? ¿Cuántas familias que no tienen qué comer porque no tienen trabajo? ¿Eso es socialismo, eso es Revolución? Años y años prometiendo y cada día estamos peor.
Cómo es posible que se juegue hasta con la salud del pueblo. Para nadie es un secreto que los hospitales de nuestro país están en emergencia, no hay equipos, no hay medicinas, los enfermos tienen que ruletear de hospital en hospital hasta encontrar alguno que medio pueda atenderlos. Los familiares tienen que llevar hasta el algodón que utilizan. ¿Cómo se justifica esto? Con un país que ha tenido la mayor bonanza petrolera de su historia. Pero sí vemos como Maduro y su combo se llenan la boca diciendo que ayudaron a construir hospitales en otros países, ¡Vergüenza debería darles! Con tanta necesidad que hay en Venezuela y se ponen a regalar el dinero de los VENEZOLANOS.
En los últimos días hemos visto como algunas enfermedades están afectando a los venezolanos, por poner la más común tenemos el Chinkungunya. ¿Cuál es el estado de las empresas que producen repelente? ¿En el país se ha invertido para mejorar el tema de salubridad? ¿Nuestros hospitales están realmente dotados para atender estas epidemias? ¿Hay medicinas en el país para hacer frente a las enfermedades? La reslpuesta es evidente: no. Obviamente si no hay buenos hospitales, si no hay medicinas, si no hay planes para evitar enfermedades, ¿quién resulta perjudicado? El pueblo. ¿Y quién es el responsable? El Gobierno.
Son muchos los retos que hay por delante debido a la crisis generalizada que vive el país. ¿Por qué hacen cadenas para inventar guerras bacteriológicas y hablar de terrorismo y no hacen una cadena para informar al país por qué razón el gobierno aumenta el precio de los alimentos de la forma en que lo está aumentando? No posible que la respuesta a problemas tan graves como las muertes que ha habido en el estado Aragua sea la persecución del presidente del colegio de médicos Ángel Sarmiento. Siempre buscando culpables, pero, ¿cuándo se van a poner los pantalones y van a reconocer que los únicos culpables son ellos? Aquí no hay control de ningún tipo y esa es la verdad.
Si nos organizamos podemos lograr el cambio que queremos. Debemos trabajar de la mano con las comunidades y obtener la mayoría en la Asamblea Nacional, debemos liberar esta institución que ha estado secuestrada durante 15 años y hacer de ella un ente promotor de cambios en el país. Finalmente el bien siempre triunfa frente al mal. Debemos lograr que esa fuerza popular que hoy representa la unidad crezca principalmente por la sumatoria de todos los venezolanos que alguna vez votaron por Maduro y que hoy se sienten decepcionados del mal gobierno y del caos que está generando en el país.
Hoy más que nunca debemos comprometernos con Venezuela, debemos seguir luchando por el país que todos soñamos, por el país que queremos para nuestros hijos. Aquí nadie se cansa. No es justo que les dejemos lo que tenemos ahorita, un país sin oportunidades, un país lleno de problemas. Sí es posible soñar, sí es posible imaginarnos una Venezuela nueva. Una Venezuela próspera. Una Venezuela en donde nuestros nietos puedan crecer y desarrollarse.
Julio Borges
