Análisis psiquiátrico de VTV
marzo 16, 2015 5:17 am

Diez años estuve hospitalizado en el psiquiátrico de El Peñón, en Caracas. Acto seguido, me gradué de psiquiatra. Padezco de Neologismo, una extraña patología de la que aún no me he recuperado, la cual consiste en el empleo de palabras inventadas o condensadas, comprensibles sólo para el paciente. Se presenta en esquizofrénicos y en deficientes mentales, siendo la expresión de conceptos delusionales. Esto me autoriza a realizar el análisis psiquiátrico de algunos programas del canal del Estado. Aclaro que a mí me encanta toda la programación de VTV.

 

 

Noticiero VTV: programa de citogranulación comunicacional, de síndrome telúrico, cuyo contenido representa un tejido fisiopatológico que acompaña una variada productividad psicotominética, como la desorientación, el pensamiento incoherente, ilusiones y alucinaciones, causando, de esta manera, intranquilidad y labilidad emocional, con exacerbación sintomatológica diurna y nocturna. Significativa es la participación activa del televidente en el delirante mundo que lleva a cometer actos insensatos.

 

 

Zurda Konducta: programa con leve compromiso zurdo de la conciencia, que fomenta en el televidente alucinaciones auditivas como manifestación llamativa. El contenido de este programa va de lo simple a lo complejo: de ruidos o palabras aisladas a voces insultantes, amenazadoras o acusadoras, interpretadas amorosamente, que traen como consecuencia un franco tema persecutorio acompañado de angustia, intranquilidad y desorientación.

 

 

En contacto con Maduro: este programa es, literalmente, un anublamiento de la conciencia en el que el pensamiento se muestra incoherente con juicios falsos y fragmentarios. Presenta además, alucinaciones e ilusiones con estado de ánimo variable e inestable. Los televidentes pueden padecer oscilaciones y perplejidad, que produce delirium y alucinosis aguda.

 

 

Cayendo y corriendo: es, y hay que reconocerlo, de impecable realización técnica, pero se transforma en fuga de ideas cuando pierde la dirección hacia la meta inicial que lo originó, o muta con frecuencia, por intercurrencias externas o internas, que distraen constantemente por la fugacidad de las asociaciones, muchas veces por contigüidad, que no permite captar la elegancia impoluta del conductor

 

 

La Hojilla y Con el Mazo Dando: estos dos programas transmiten, por medio del yunque y la bilis, vibraciones nerviosas al cerebro. Esto es un peligro ya qué…¡Ay!, se me acabó la página.

 

 

Claudio Nazoa