2017: Cuenta regresiva
enero 3, 2017 7:45 am

 
Puerto Cabello, 28/12/16. The Associated Press (AP). Una investigación de la agencia es reseñada por el New York Times (NYT). «Militares Venezolanos trafican con comida mientras el pueblo pasa hambre». Uno de los episodios más deleznables que nos deja el 2016, además de la pérdida de vidas por hampa, impunidad y falta de medicinas. “Soldados de la patria” identificados [por AP], que utilizan uniforme, divisa, bandera, boina y fusil, para custodiar botines. Mientras tanto, líderes de opinión disidentes, se enfocan en pedirle cuenta a la oposición encarnizadamente, sin acuñar dónde reposa el verdadero pillaje.

 

 

 

‎»Mientras niños mueren por falta de tratamientos pediátricos, el tráfico de alimentos es el gran ‘negocio’ en Venezuela. Generalotes son el corazón de la tapadera». Así lo denuncia el NYT. Integrantes de nuestras FFAA al servicio del muleteo de harina de maíz y otros suministros, que son revendidos a bachaqueros a «100 veces al precio regulado por el gobierno». Y agrega el cañuto: «Me traslado a media noche y encuentro en estos asentamientos todo lo que quiero”. Alimentos que se comercian en el «mercado ‎negro» a precios excesivos, factor real de la hiperinflación. La verdadera guerra económica. En contraste para muchos el enfoque es poner en el banquillo de los acusados, al diálogo, al Papa o la MUD. Qué cortos. Pero supongamos que sí, que  algunos de la oposición mordieron la manzana podrida. ¿Es ese desliz  ética y legalmente tan descaminado como mercadear con la indigencia del pueblo? ¿Qué comparación o enfoque crítico puede hacerse entre el diálogo baladí -sin duda- de Timoteo, Chúo o Rosales con guardias nacionales puestos a vigilar presos en Ramo Verde denunciados por pedófilos? ¿Cuál es el contravalor superior demandable?

 

 

 

EL gobierno de EEUU investiga el lavado financiero del tráfico de alimentos. Corporaciones de maletín, «conchas de papel» panameñas sin traza corporativa, que ejecutan “una importación de  50MM$ con sobreprecio hasta de 20 MM$” (NYT). Dinero sucio que entra al sistema financiero norteamericano a través de tapaderas y testaferratos vía Andorra, Suiza, Islas Vírgenes, et all. El Prof. Gutiérrez de la Universidad del Zulia, afirma que «si Venezuela pagara los precios razonables de mercado de los alimentos, duplicaríamos nuestras importaciones y  nos abasteciéramos, en vez de tener a la gente mendigando para comer». Un negocio que según el Gral. Alcalá “es mejor que el tráfico de droga”. Una estructura de ganancia vertical que va desde los sobreprecios de origen y pago de peajes de nacionalización, hasta la distribución del importe entre coimas en carreteras y guisos en los acopios. Entonces, ¿es inteligente y razonable que desde las gradas disidentes se denuncie diariamente, y peor, indiscriminadamente, a los actores políticos opositores, cuando el gran agresor de Venezuela es otro? Personalicemos la denuncia de aquellos políticos de oposición que le mojan la mano, que revierten la agenda. Bien, pero hagamos hartazgo mayor del contrabandista de la miseria humana, del pederasta, que del celestino político de segundo nivel. A lo desigual, trato desigual.

 

 

 

2017 será el año más difícil y comprometedor de nuestra era republicana, por lo que exigirá más de cada uno de nosotros. Mínimamente saber a quién plegarnos. Es un año de reagrupación del liderazgo de oposición que conducirá a nuevas alianzas y desafíos. Pero debo insistir. Es sumamente desproporcional -por torpe, innoble y desconsiderado- gastar energías agrediéndose entre factores de oposición. No hay inconsistencia política, gazapo o camino  consumado o dejado de consumar por la gran mayoría de la disidencia, que tenga parangón con el desmantelamiento moral del país, inducido o avalado por el wilful blindness (ignorancia deliberada) del gobierno. Este año no debe ser de recomposición utilitaria o electoralista, sino de restitución profundamente moral, humanitaria y ciudadana. El líder que exhiba pasión por Venezuela y no por Miraflores, se lo lleva todo… Poner en un mismo pareto crítico, denuncias como las del NYT con “análisis” aporrea, es abonarle feudo al gobierno. Si Henry, Borges, Chúo o Capriles ‎se equivocaron desde la AN, la mesa o el RR, ese es un tema redimible. Si diputados de UNT no hacen quórum pérfidamente, sanciónenlos. Si otros son pillados recibiendo “bonos de Navidad”, denúnciese y apartémosles. Pero no nos quedemos con la inquina en el alma, “degollando” sin distinción, todo acto o actor opositor. Es un morbo suicida. Si no, formen su movimiento.

 

 

 

El reto en 2017 es convertirlo en el epílogo de una etapa horrenda, amoral, anárquica, devastadora y legionaria por mercenaria. Una era que a cuenta de promover el socialismo, el amor, y una sociedad horizontal de beneficencia, lo que nos trajo fue el peor de los egoísmos, de los odios; a la verticalización de la autoridad privilegiada y policial y la horizontalización del hambre, del crimen y la miseria. No dudo que las condiciones y no-condiciones, están dadas para cerrar este ciclo. Pero es esencial que dejemos de lado la tentación de sabotearnos entre nosotros. 2017: cuenta regresiva… si queremos que así sea.

 

 

 Orlando Viera Blanco

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