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Olores corporales que nunca debes ignorar

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Olores corporales que nunca debes ignorar

¿No puedes con el mal olor de pies? Puede ser culpa de un hongo.

 

 

 

Ya sea por sudoración excesiva o mucha cebolla, es posible que hayas sido la responsable de apestar todo un cuarto. En la mayoría de los casos, la solución está en un regaderazo, un poco de desodorante o una menta… pero en otros casos no todo es tan simple.

 

 

 

 

Aunque no lo creas, tu olor corporal puede decir ciertas cosas de tu salud. De hecho, hay ciertas enfermedades que producen olores únicos y distinguibles, pero ¿cuáles?

 

 

 

 

Aliento a frutas, un síntoma de diabetes

 

 

 

 

Una complicación de la diabetes llamada cetoacidosis diabética ocurre cuando el cuerpo tiene niveles bajos de insulina y los de azúcar se incrementan. Generalmente lo experimentan más las personas con Diabetes 1.

 

 

 

 

Lo que pasa es que tu cuerpo no puede crear la energía que necesita para funcionar bien, así que empieza a usar los ácidos grasos como gasolina. Esto crea una acumulación de químicos en la sangre, los cuales pueden dejar un aroma frutal en tu aliento.

 

 

 

 

Seguramente no lo notarás rápidamente, pero cualquier doctor podrá detectarlo fácilmente. Los efectos de esta complicación pueden ser serios e incluso mortales. Podrían hacerte vomitar y orinar frecuentemente, provocando una deshidratación severa.

 

 

 

 

Pies olorosos, síntoma de pie de atleta

 

 

 

 

¿No puedes con el mal olor de pies? Puede ser culpa de un hongo. Si notas que tu piel está seca, escamosa cerca de los dedos y hay enrojecimiento o empollas, podrías tener pie de atleta.

 

 

 

 

Lo peor de esto es que puede propagarse por contacto a otras partes de tu cuerpo como las axilas y los genitales. Y si ignoras los síntomas por suficiente tiempo, la piel entre tus dedos podría suavizarse, humedecerse y atraer más bacterias.

 

 

 

 

Popó olorosa, un síntoma de intolerancia a la lactosa

 

 

 

 

Cuando tu intestino delgado no produce la suficiente lactasa, no puede digerir la lactosa, un azúcar encontrado en productos lácteos. Lo que hace tu intestino delgado es dirigir la lactosa directamente al colón (en lugar de a la sangre), donde empieza a fermentarse. Esto provocará popó líquida, olorosa, inflamación y gases (también muy apestosos).

 

 

 

 

Lo bueno de esto es que la intolerancia a la lactosa es muy común, y ahora puede diagnosticarse fácilmente. Lo malo es que incluye varios síntomas, tales como cólicos, náusea, diarrea, vómito y mal olor en heces y gases.

 

 

 

 

Orina con olor intenso, síntoma de una infección urinaria

 

 

 

 

Una infección urinaria puede producir un olor químico y penetrante. Esto sucede después de que la bacteria entra al tracto urinario y uretra. Entonces se multiplica en la vejiga, causando una infección. Desafortunadamente son más comunes en mujeres porque la uretra es más corta.

 

 

 

 

 

Mal aliento, síntoma de apnea del sueño

 

 

 

 

Si tu aliento mañanero es especialmente horrible, incluso si te lavas los dientes, podrías tener apnea del sueño, un desorden del sueño que detiene tu respiración esporádicamente mientras duermes. La apnea del sueño también provoca ronquidos, como causa de una respiración complicada durante la noche. Esto provoca que se reseque mucho la boca y cause mal aliento, pues las bacterias se reproducen fácilmente.

 

 

 

am

Por Confirmado: MariGonz

 

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