Nadar no solo alivia los dolores de esta enfermedad crónica tanto como caminar, sino que además mejora muchísimo los síntomas de la depresión.

La natación siempre se ha caracterizado por ser uno de los ejercicios más completos, pues intervienen prácticamente todos los músculos del cuerpo durante la actividad.

Buscándole más beneficios a esta disciplina deportiva, un grupo de investigadores de la Universidad de San Paulo, Brasil, descubrió que la natación es una excelente terapia para aliviar los dolores y mejorar la calidad de vida de pacientes con fibromialgia.

FIBROMIALGIA EN CLAVES

Para entender la importancia de este hallazgo, digamos que la fibromialgia es un trastorno crónico que provoca dolores musculares, fatiga, cansancio y mucha sensibilidad en todo el cuerpo.

Hay otros síntomas asociados a la fibromialgia como trastornos del sueño, dolores de cabeza, rigidez articular matutina, periodos menstruales dolorosos, sensación de hormigueo o adormecimiento en manos y pies, y dificultad para recordar o mantener la concentración.

En ocasiones, la fibromialgia fluye junto a cualquier otra enfermedad crónica, y hasta ahora se desconocen las causas de su aparición.

DETALLES DEL ENSAYO

Hace años se demostró que caminar mejora la condición de las personas con fibromialgia, pues es un ejercicio que no solo alivia los dolores, sino que además mejora los síntomas de la depresión.

Pero como no a todos los pacientes les gusta caminar, los investigadores brasileros quisieron ensayar con la natación, analizando durante 4 meses la reacción de 75 mujeres sedentarias con fibromialgia, para descubrir si este ejercicio reporta los mismos beneficios que caminar.

El universo de mujeres entre 18 y 60 años fue dividido en dos grupos. El primer grupo practicó natación estilo libre 3 días a la semana y el resto caminó en contacto con la naturaleza al aire libre.

La intensidad del dolor experimentado se analizó en una escala de 0 a 10, desde Sin Dolor hasta Dolor Insoportable. Los hallazgos indican que la media del grupo que caminó se ubicó en 3.6, mientras que las nadadoras se ubicaron en 3.1.

Concluyen los investigadores que comprobar que la natación reduce el nivel del dolor casi tanto como caminar fue muy significativo, aunque quizás más importante fue observar que la salud mental mejoró más en las nadadoras que en el grupo que hizo las caminatas.

Fuente: Revistadominical.com