Meghan Markle, bajo supervisión de una mentora impuesta por Isabel II
mayo 25, 2018 11:24 pm

La reina envía a Samantha Cohen, asistente de su confianza, a asesorar a la duquesa de Sussex durante seis meses

 

 

 

Meghan Markle (izquierda) y Samantha Cohen, en la boda de los duques de Sussex (derecha). GETTY/GTRESONLINE

 

 

Meghan Markle es la indiscutible estrella del momento. Su mediática boda con el príncipe Enrique de Inglaterra el pasado 19 de mayo la ha colocado en el foco mediático y constantemente aparecen informaciones sobre ella, en especial sobre su pasado, desde antiguas fotos que resurgen en las redes hasta entrevistas en las que se ve su diplomática capacidad para superar los guiños (de tufillo machista) del presentador.

 

 

 

Sin duda, su pasado ha sido trillado y analizado por todas las partes interesadas. Pero ahora que se ha convertido en duquesa de Sussex y ocupa un puesto de calado en la familia real británica, ¿cómo va a ser su futuro?

 

 

 

Markle ya tiene quien la guíe por los muchos pasillos de Buckingham, también en cuanto al protocolo se refiere. Durante los próximos seis meses tendrá una tutora que la ayudará a adaptarse a sus nuevas funciones. Esa persona será Samantha Cohen, desconocida para la mayoría en la calle pero imprescindible en palacio.

 

 

 

Así lo afirma el diario británico The Times, que explica que Cohen asesorará a los duques y se ocupará (al menos temporalmente) de las tareas de Edward Lane Fox, el hasta ahora secretario del príncipe Enrique.

 

 

 

Isabel II baja de un helicóptero, seguida de Samantha Cohen, en Newmarket, Inglaterra, el 3 de noviembre de 2016. MAX MUMBY GETTY

 

 

Australiana de 49 años, Cohen lleva 17 años trabajando en el palacio de Buckingham, en multitud de ocasiones codo a codo con la mismísima Isabel II, puesto que es una de sus secretarias privadas y una de las personas que la aconseja a diario. La idea parte de la monarca que es quien, según informa elDaily Mail, ha pedido a Cohen que traslade su residencia al palacio de Kensington, cuatro kilómetros al oeste del de Buckingham atravesando Hyde Park, para ayudar a la flamante duquesa.

 

 

 

De hecho, su trabajo ya ha empezado: tuvo un rol importante en la boda real del sábado y también en la primera aparición de Meghan como duquesa, en la fiesta celebrada en los jardines de Buckingham el martes 22 de mayo por los fastos del 70º cumpleaños del príncipe Carlos.

 

 

 

Samantha Cohen en la boda de Enrique y Meghan. MAX MUMBY GETTY

 

En este primer año, los duques se dedicarán de forma principal a potenciar las organizaciones benéficas que apadrinan y a tener encuentros con ellas. Cohen asesorará a la duquesa de forma especial durante seis meses y a ambos durante un año, en sus apariciones y su agenda. Según una fuente cercana citada por The Times, para Meghan “serán seis meses de escucha. Está buscando consejos de una variedad de personas, va a proceder con humildad. Sin embargo, no va a ser nada tranquilo. Va a ser una oficina muy ocupada. Ha trabajado todos los días de su vida, está acostumbrada a un horario exigente”.

 

 

 

Samantha Cohen trabajaba como relaciones públicas antes de entrar a palacio en 2001. En 2003 se convirtió en subsecretaria de prensa y en 2007 en secretaria. Madre de cuatro hijos y casada con un dentista, es conocida como una mujer sensata y directa: según el Daily Mail, una vez Isabel II propuso organizar una fiesta para 200 mujeres influyentes y salió el nombre de Victoria Beckham, ella aseguró que “ser rica no era suficiente”. De ahí que algunos la denominen Samantha The Panther, la pantera, un apodo con el que a parecer ella está encantada. En 2016 Isabel II la nombró Comendadora de la Real Orden Victoriana.

 

 

 

En 2010 pasó a ser asistente de sir Christopher Geidt, secretario privado de los príncipes Carlos y Andrés que salió de Buckingham el pasado mes de julio por desavenencias con sus superiores. Supuestamente Samantha Cohen había seguido sus pasos, pero por sus recientes tareas y por su aparición en la boda de los duques el pasado sábado parece que se ha decidido permanecer cerca de los Windsor.

 

 

El País