Los tacones, cuanto más bajos y lejos, mejor
enero 22, 2018 11:16 am

“Saludable y zapato de tacón, en general, son términos antagónicos, y desde el punto de vista sanitario no podemos recomendar su uso en absoluto”. Con esta contundencia habla Óscar F. Sarmiento, vicepresidente del Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía, de ese tipo de calzado. Es más, a las mujeres jóvenes, e incluso adolescentes, que empiezan a usar tacones a diario les aconseja “que acompañen a sus madres y abuelas a las consultas de los podólogos y vean cómo nos llegan sus pies después de décadas de uso del tacón. Si bien hay que decir que no todo es culpa de estos zapatos, ya que hay otros muchos factores que también afectan al pie y son nocivos”.

 

 

 

En realidad, “las adolescentes no tendrían que llevar tacón hasta que finalicen el crecimiento”, apunta la especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica Eugènia Miranda, autora del blog Miranda Trauma. “Cuando una mujer de más edad dice aquello de no puedo ir con zapato plano porque no saben caminar sin tacón es porque tiene un acortamiento del tendón de Aquiles”.

 

 

 

¿Cómo afecta el uso continuado de tacón?

 

 

A los pies
“El uso del tacón provoca un desplazamiento del peso del cuerpo hacia la parte anterior del pie, por lo que causa dolor en los huesos metatarsianos (cercanos al nacimiento de los dedos), pudiendo ocasionar a la larga helomas (callos) e hiperqueratosis, como patologías más comunes. No tan frecuentemente pueden aparecer neuromas de Morton y fracturas por estrés de los huesos de los pies”, explica el vicepresidente del Colegio de Podólogos de Andalucía. De hecho, las metatarsalgias, o dolor intenso en las cabezas de los metatarsianos, pueden dar la señal de alarma del principio de una lesión por el uso frecuente de los tacones. Éstas pueden desembocar en fracturas por estrés.

 

 

 

Al cambiar el centro de gravedad, indica Miranda, “tenemos una sobrecarga en la parte anterior de los pies, y al caminar de puntillas se carga la parte anterior de los tobillos”.

 

 

 

A las rodillas y lumbares
Con el uso de los tacones también se carga la parte anterior de las rodillas, los meniscos anteriores.

 

 

 

“Al tener el culo más respingón, como efecto de los tacones, se produce una sobrecarga en los discos vertebrales lumbares. Por ejemplo, las plataformas que se han puesto de moda entre las adolescentes perjudican a su zona lumbar”, señala la especialista en Traumatología.

 

 

 

¿Hay un número de centímetros de altura prohibido?

A partir de 4 centímetros el peso del cuerpo se desplaza lo suficientemente hacia delante como para alterar significativamente el centro de gravedad y provocar cambios en la marcha. No obstante, “no solo es un problema de altura sino que también hay que tener en cuenta si esos tacones son usados esporádicamente o habitualmente y si son altos pero de base ancha o de punta de aguja”, especifica el podólogo.

 

 

 

Miranda está de acuerdo con este experto, al decir que a partir de 4 cm dejan de ser recomendables, y añade que “un tacón por encima de los 10 cm es prohibitivo”.

 

 

 

Sobre las precauciones que hay que tomar cuando se usan tacones altos de forma puntual, Sarmiento señala que “son las mismas que con el tabaco: cuanto menos, mejor. Sabiendo que lo ideal es cero, a partir de eso que cada uno se responsabilice de su propia salud”.

 

 

 

Por su parte, la traumatóloga apela al sentido común, explicando que “conviene probarlos en casa antes de usarlos fuera. También hay que comprobar que no se clava ninguna cinta de las sandalias de tacón en los dedos. A menor superficie de las tiras delanteras, más daño provocan. Por ello, habría que evitar las cintas que miden menos de 4 milímetros porque se clavan como dagas. Además, es necesario que ningún dedo se quede en martillo (cuando quedan en forma de garra, los nudillos pueden rozar con la parte superior del zapato y crearse llagas si el calzado es muy duro)”.

 

 

 

El uso continuado de tacón alto hace aumentar la presión sobre los huesos metatarsianos (cercanos al nacimiento de los dedos).

 

 

 

Casos en los que están contraindicados los tacones
Miranda aconseja, por encima de todo, “escuchar a tu cuerpo” antes de calzarse unos tacones. La traumatóloga y el podólogo describen los siguientes casos en los que no se recomienda para nada el uso de este tipo de zapatos:

 

 

 

Si se tiene una hernia discal o ciática. “Un ejemplo de persona famosa obligada a dejar de utilizar tacones es Victoria Beckham debido a una hernia de disco“, menciona Miranda.

 

 

Con un ataque de lumbago los tacones no serían adecuados.

 

 

El dolor de rodilla también indica que no hay que ponérselos.

 

 

Los efectos nocivos del uso de tacón alto y prolongado se agravan mucho más si ya se parte de una patología previa en la zona del antepié, una fractura previa de metatarsianos o problemas en los dedos como dedos en garra o en martillo, que hacen aumentar más la presión sobre esta zona. Buena parte de los problemas de los dedos y de la parte delantera del pie pueden estar relacionados con cambios en los vectores de fuerza de la parte posterior del pie.

 

 

 

 

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