Carlos Manuel Fernandes Gouveia, de 42 años, de origen portugués, desapareció el 23 de mayo pasado. Su cadáver fue localizado en la ribera del río Guaire, el 28 de ese mes en la urbanización Paulo VI, a la entrada del barrio El Encantado. El cuerpo fue sepultado por funcionarios del Senmecf (morgue) en el cementerio Jardines del Cercado, en la vía hacia Guarenas.

Fuentes extraoficiales indicaron que los familiares acudieron varias veces a la morgue donde les manifestaron que ese cuerpo no estaba allí. Antier fue cuando admitieron que el cadáver había sido sepultado junto con otros no identificados. A Fernandes Gouveia lo mataron, lo decapitaron y le cortaron las manos con el fin de que no fuese identificado mediante la necrodactilia. Fue identificado mediante un tatuaje.

La víctima residía en una vivienda ubicada en Filas de Mariches, carretera Petare Santa Lucía, donde alquilaba habitaciones. Al parecer inquilinos estarían implicados en el homicidio, todos se fueron de esa residencia.  Presumen que el móvil fue el robo. La víctima era comerciante. La denuncia fue formulada por la esposa en el Cicpc de El Llanito donde le indicaron que se dirigiera a la División de Personas Desaparecidas del Cicpc en la sede central en la avenida Urdaneta porque en esos días habían hallado un cadáver a orillas del Guaire.

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