La avena es un excelente elemento para exfoliar gentilmente y combatir el acné. Absorbe la grasa extra de la piel y remueve las células muertas. Además, ¡es súper barato!

Hierve media taza de avena en agua hasta que se suavice. Escúrrela y deja que se enfríe.

Una vez fría utiliza tus dedos (limpios) para colocar la avena sobre tu rostro (puede ser que necesites acostarte para que no se resbale). Déjala trabajar por 10 minutos antes de enjuagar haciendo suaves círculos sobre tu piel con tus manos húmedas. Lava tu rostro con agua tibia al terminar.

Aplica esta mascarilla una vez por semana (si tu piel es muy grasa puedes hacerlo cada dos días hasta que veas resultados). Recuerda primero hacer una prueba de alergia para asegurarte de que tu piel no se enrojece con la avena.

Fuente: ActitudFem