Leonor, protagonista de su propio cuento
octubre 25, 2014 6:22 am

Cada día es más consciente del papel que va a desempeñar
Almuerza en el comedor del colegio. Letizia quiere ‘normalidad’

Este viernes por la tarde los Monarcas presidieron en el Teatro Campoamor de Oviedo la solemne ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Asturias, que contó también con la presencia, como es tradición, de la Reina Sofía. Sin embargo, la gran protagonista del acto fue su primogénita, Leonor, que aunque no acudió por considerar sus padres que todavía es pequeña, ya da su nombre a estos prestigiosos galardones, considerados los Nobel hispanos. En efecto, tras la reunión urgente del patronato que se había celebrado la víspera para aprobar el cambio, el Rey Felipe VI levantó la sesión convocando «los premios Princesa de Asturias» para su edición de 2015.

Un hito más en la existencia de Leonor de Borbón, que el próximo viernes cumple 9 años y en apenas cuatro meses, desde que su padre es Rey, ha pasado de limitar sus apariciones a los posados vacacionales en Mallorca a tener una creciente presencia pública. La hemos visto en el 25 aniversario de la promoción de la Academia General del Aire de San Javier el 2 de mayo, en la ceremonia de abdicación de su abuelo el 18 de junio, en la proclamación de su padre en el Congreso el 19 de junio y, sin contar sus apariciones mediáticas casi diarias este verano en Palma, también presidió junto a sus padres y su hermana Sofía, de 6 años, el desfile militar del 12 de octubre.

 

Letizia no quiere que excluyan a sus hijas. Hace poco pidió a otra madre que las invitaran a un cumple
Algo que en su madre, la Reina Letizia, produce sentimientos contrapuestos, según confiesa un miembro de su círculo. «Para ella lo más importante son sus hijas, y las hiperprotege, de hecho, siempre se ha resistido a que las fotografiaran, llegando incluso a supervisar móviles para evitarlo», asegura este personaje, que indica: «Ahora las cosas han cambiado, y por una parte se siente orgullosa cuando acuden a un acto y todo son alabanzas, porque la verdad es que las crías son muy monas y educadas. Pero le preocupa que no puedan tener una infancia normal y que con tanta lisonja se conviertan en niñas altivas y malcriadas, sobre todo Leonor. También vigila mucho que Sofía, aún pequeña para comprenderlo, no se sienta desplazada por la condición de Heredera de su hermana».

 

Dicen los que la conocen que la Princesa de Asturias, que físicamente es un calco de su padre, también es muy Borbón de carácter: como él, es tranquila, tiene buen corazón, y ejerce de hermana mayor con la Infanta Sofía, más traviesa y patalallana.

 

Alumna de cuarto curso de Primaria en el colegio Los Rosales, es una estudiante aplicada, que se adapta bien a las aulas, donde transcurre su existencia de lunes a jueves de 9.30 de la mañana a 17.30 de la tarde, y los viernes hasta el mediodía. Come, como su hermana, en el comedor, si bien llevan una tartera donde, por indicación de su madre, el cocinero de Zarzuela introduce mucha proteína y verdura al vapor. Como actividad extraescolar, Leonor practica ballet y habla ya bastante bien inglés, gracias a que una de sus institutrices es británica, y a que su abuela, la Reina Sofía, se dirige a ella en ese idioma. También una vez por semana su padre las suele llevar a visitar a Don Juan Carlos.

 

Pero pese al tono de normalidad que se intenta imprimir a su existencia, Leonor ha mostrado desde muy niña una curiosidad poco usual por su condición regia. «A menudo ha sorprendido a sus padres con preguntas del tipo ‘¿cuándo me van a hacer a mí una reverencia’ o ‘cuándo voy a pronunciar yo un discurso?’ Está en la edad de los cuentos de princesas, e imagino que debe tener cierto lío», asegura el personaje antes citado.

 

Estrechar relaciones
Un «caballo de batalla» que la Reina, muy estricta en la educación de sus hijas, pretende neutralizar con ayuda de su madre, Paloma Rocasolano, que incluso se traslada a Zarzuela cuando se ausenta.«Vigila que Leonor y Sofía se acuesten a las 9, se bañen, coman y hagan sus deberes. También las lleva al cine, a los caballitos o a recorrer Madrid en autobús de la EMT. Pero sobre todo, impide que toquen un timbre y un camarero de librea se ponga a sus órdenes haciéndoles una reverencia. Eso a Doña Letizia le exaspera».

 

Otro de sus empeños es que no se sientan discriminadas en el colegio, por eso además de acompañarlas a las fiestas infantiles a las que las invitan, se esfuerza para estrechar relaciones con las demás madres. Según una de ellas, «hace unos días el hijo de una amiga iba a celebrar su cumpleaños y Doña Letizia se le acercó para preguntarle si podían acudir sus niñas. Mi amiga dijo que por supuesto, aunque, un tanto cortada, le advirtió que iba a ser una fiesta reducida, sobre todo familiar. Ella, pensando que lo decía por la comida, tuvo el detalle de proponer que cada madre aportara un plato o incluso costearla asumiendo entre todas una cantidad».

La Princesa Leonor cumplirá muy pronto los nueve años.

Una obsesión de normalidad que no le va a ser fácil mantener en el futuro, ya que el foco de atención sobre sus hijas irá aumentando e inevitablemente tendrán que incrementar su presencia oficial. En parte por el recorte experimentado por la Familia Real, ya que si antes las Infantas Elena y Cristina se sumaban a los Reyes y a los Príncipes para repartirse el protagonismo, ahora este cometido se limita a los Monarcas y sus hijas, Leonor y Sofía, dado que las hermanas del Rey han sido excluidas de la agenda, y que Don Juan Carlos y Doña Sofía gotean sus apariciones. Pero sobre todo en el caso de Leonor es la consecuencia lógica de su nueva condición de Heredera al Trono, que adquirió automáticamente cuando Don Felipe se convirtió en Rey.

 

Fuente: El mundo.es