La sobre exposición en medios de comunicación de mujeres atractivas con grandes caderas y cintura de avispa pero con poca capacidad dialéctica, ha hecho crecer el paradigma según el cual, las mujeres voluptuosas son menos inteligentes. Sin embargo, los resultados de un estudio realizado por los científicos de universidades estadounidenses invitan a pensar todo lo contrario.

La investigación que se realizó con una muestra de 16.000 mujeres y niñas, puso en contraste a las mujeres con caderas gruesas con aquellas de caderas anchas y cintura fina.

Los resultados apuntan a que uno de los factores que determina la inteligencia en las mujeres y sus hijos es una proporción que determina que el contorno de su cintura sea menor en unas 0,6 y 0,7 veces al de su cadera.

A las mujeres que hicieron parte del estudio, también se les midió sus características antropométricas y se les puso a prueba su nivel de inteligencia. Los resultados coincidieron con los resultados del grosor de la cintura.

Según la investigación, la capacidad cerebral varía según la cantidad de grasa que se almacena en las caderas y cintura.  En las caderas se contiene grasa con niveles altos de ácidos grasos de omega 3, los cuales están asociados estrechamente con el desarrollo del cerebro. La grasa depositada en torno a la cintura es rica en ácidos grasos de omega 6, los cuales, por el contrario, obstaculizan el desarrollo cerebral e inciden, entre otras cosas, en los procesos cognitivos.

Se agrega a este artículo que el estudio que ha generado un duro debate en redes sociales no apunta a ofrecer una regla general para las mujeres y su inteligencia, simplemente intenta arrojar uno de los posibles factores que pueden incidir en la inteligencia de las mujeres.

Como suele suceder en este tipo de estudios, expertos de otras ramas como de la ciencia o como la antropología, han criticado la profundidad del mismo. Consideran que el estudio es superficial y que los resultados están sujetos a unos patrones que resultan insuficientes.

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