Ni el hospital que tiene como plantel para la final ante Zamora por el título absoluto de campeón, perturban la fe que tiene el técnico Leonardo González en el Deportivo Lara.

“Estamos haciendo de tripas corazón como en toda la temporada”, advierte el entrenador de los crepusculares, al tiempo que actualiza el parte de guerra de su equipo.

El mediocampista Argenis Gómez se pierde el partido por suspensión; el lateral derecho, Jefre Vargas, está lastimado en el tobillo derecho; David Mendoza se encuentra entre algodones por un duro golpe que recibió ante La Guaira; y su línea de ataque está resquebrajada por las lesiones del colombiano Herlbert Soto y el argentino Martín Batallini.

“Tenemos un hospital”, recalca González, tomando las dificultades con buen humor. “Esta ha sido nuestra realidad durante el torneo, pero Lara es un equipo que no depende de una individualidad. El secreto ha sido nuestra capacidad para atacar y defender sin perder el orden táctico”.

Para el primer choque de la gran final, el domingo en el estadio Metropolitano de Cabudare, González no tiene otra alternativa que buscar soluciones en la banca de suplentes. “Tenemos que reinventarse y sacar nuestras fortalezas con lo chamos que tenemos a disposición y nuestros jugadores claves como Jesús Hernández que ha sido fundamental en el ataque, pese al desgaste por el esfuerzo en cada juego”, recalca sobre el delantero que anotó el gol decisivo para vencer 0-1 a La Guaira.

Contra Zamora, el técnico admite que Lara necesitará “hacer algo más para ganar el título, porque enfrentaremos a un equipo muy rápido con un ataque potente. Hemos inculcado a los jugadores mucho orden y sacrifico en cada sector. Hay que mantener el cero en el arco, porque se puede jugar bien o mal, pero si todos luchamos como un solo equipo, siempre podemos ganar”.

Contrato hasta diciembre

Leonardo González es uno de los entrenadores más ganadores de los últimos años y su futuro en Lara está en revisión. “Tengo contrato hasta diciembre y preferimos no hablar de la renovación hasta que termine el campeonato, para no distraernos del objetivo de luchar por la estrella”, explica su situación contractual. Dirigir a la selección nacional sub-20 es una opción que está abierta y Leo no la descarta. “Es un orgullo y un honor que a uno lo tomen en consideración para unirse a este proyecto. Dejo en manos de Dios lo que vaya a pasar y por ahora solo estamos pensando en Lara y en salir campeones”.

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