Antonio Ollarves compraba junto a su hijo y esposa el abasto de carne de la semana. En el pasillo de las carnicerías en el mercado Altos de Jalisco resalta su preocupación por los costos de los alimentos. Su pareja pide y él pagaba. “Me da miedo preguntar por el precio del cochino y de las verduras para hacer las hallacas”. Calcula en sus cuentas que no serán dos mil bolívares, “sino el doble”, el gasto de ingredientes para hacer el plato navideño.
El primer precio lo conoció hace días. Comenta que por su casa le ofrecieron el kilo de cochino a 80 bolívares y “todavía no empezaba el mes, cuando sea diciembre será más caro. Tengo que prepararme”, dice mirando a su esposa. Solo harán hallacas para la familia. En el pasado cocinaban para la venta, “pero como todo está difícil conseguir ahora es para nosotros. Serán como 120 y ya. Solo para la cena navideña del 24”.
Emely Carvajal, cocinera, borró de su lista de abastos la carne de cerdo. “Este año no” hará hallacas. Si el año pasado rondaba los 25 bolívares, “con el precio del garbanzo, la harina, el puerco y el aceite será a 50 bolívares cada una. Así no se puede”, suspira.
Remarca que ni las papas tienen precio bajo. El kilogramo de 18 aumentó a Bs. 25. “Todo está carísimo”. El medio kilo de garbanzo está a 50 bolívares, destaca al salir de comprar costilla de res para hacer sopa. “Ya ni las empanadas se pueden vender. No hay harina y el picante está a 100 bolos”.
En su negocio, ubicado en Las Tuberías, ofrece desayunos. De las frituras tradicionales y hallacas cambiará a vender el plato de sopa a 30 bolívares. Lamenta que “ya no salen las 150 empanadas” por los costos. Un bulto de harina está a 520 bolívares, el aceite, a 720 el galón. “A esos precios no se puede trabajar porque la gente no tiene”.
Hacer sopas tampoco será “fácil”, advierte. Enumera los precios de las hortalizas. La carne está a más de 90 bolívares el kilo y el pollo pasa los 45 bolívares. “Por el ocumo y el ñame ni se puede preguntar”; y es que hasta un plátano verde cuesta siete bolívares. Se queja de las limitaciones para escoger alimentos. “No puedes decir: ‘Voy a comprar al mercado’. Ahora es: ‘Voy a ver si hay y si alcanza’”, reclama.
Carvajal teme cerrar en 2014 su puesto de comida por el alza de los precios. Ya despidió a unas ayudantes. Solo tiene dos y la ayuda de su hija. “Les pago 650 bolívares semanales y les doy el desayuno y el almuerzo, pero no puedo más. Y con los dos días libres la gente ya no quiere trabajar en fin de semana”, reflexiona. Por su cuadra hay un asadero de pollos. Su competidor le comentó las trabas para seguir el negocio de pollo rostizado.
Ángel Ferrer, comerciante, estima que en 28 por ciento aumentaron los productos en una semana. Carnes, verduras, aceites, harinas y frutas cercan el presupuesto de las familias. En sus proyecciones financieras personales estaban previstas las variaciones. Desde semanas atrás inició la compra de ingredientes. Aceitunas, alcaparras y pasitas están garantizadas. Solo espera el “golpe de cuánto será el cochino”.
Precios en mercado
Kilo de carne de cochino Bs. 100
Kilo de papa Bs. 25
Kilo de harina Bs. 30
Kilo de cebolla redonda Bs. 50
Kilo de pollo Bs. 48
Litro de aceite Bs. 45
En la compra
Belkis Díaz, cocinera
“No se pueden hacer hallacas. Salir todos los días a comprar es una esclavitud porque no se consiguen en los mercados”.
Ana Rosa Mache, ama de casa
“Mi hija es la que compra en el puerto. Todo está caro, ya no se pueden hacer hallacas. Una cuesta 50 bolívares si logras comprar la carne”.
Félix Osorio, ministro de Alimentación
“Mientras en el mercado especulativo un kilo de pernil cuesta en promedio 120 bolívares, en Mercal lo ofrecemos a 22, y en PDVAL y Bicentenario, a 45″.
Fuente http://www.laverdad.com/
