Kilométricas colas en distintos supermercados de San Cristóbal y Cárdenas  para adquirir  dos kilos leche en polvo se observaron este jueves, hecho que exigió la presencia de los organismos de seguridad  a fin de tratar de resguardar el orden público.

En el supermercado Garzón de Las Vegas, las colas según un trabajador de este establecimiento comenzaron a las doce de la noche, luego de que la gente se enteró que el día anterior (miércoles) había vendido tres kilos casi durante todo el día.

En la parte interna se veía un importante número de consumidores, quienes estaban más cerca al supermercado, sin embargo, afuera a unos cinco metros de las reja principal comenzaba una cola que sobrepasaba el semáforo y donde se apreciaban  bebés, niños, adolescentes, adultos y también gente de la tercera edad  que no estaba dispuesta a desmayar en su intento por adquirir este producto tan escaso en el estado.

Varias horas esperaban las personas, todo con el fin de comprar leche. (Foto/Carlos Eduardo Ramirez)

El personal del supermercado se encargó de ordenar el acceso al establecimiento, resguardados por un equipo de Politáchira y la Policía Nacional, indicaciones que los primeros de la cola cumplían.

“Llegó leche ayer (miércoles) para 3000 personas  y se ha despachado de acuerdo al número de clientes, se  vendieron  el miércoles tres kilos por cliente  y este jueves dos, pero ya a esta hora (10:20 a.m.) solo quedan para vender a 500 personas, poco a poco a la gente se le dice a fin de que no se presenten problemas”, dijo, uno de los trabajadores de Garzón.

Todos vienen por este  producto y se llevan también la harina pan que está llegando con más frecuencia, contó.

El estacionamiento estaba cerrado, ningún comprador pudo entrar con su vehículo, medida que se tomó con el fin de evitar que algunos se colearan y esto trajera desorden.

“La cola es una sola y es para todo el mundo, no hay ninguna especial, se incluyen también las personas de la tercera edad”, precisó otro de los vendedores.

Rogando comprar

Contó el señor Rafael Cañas, quien  llegó a las nueve de la mañana luego de que le avisaron  en Palo Gordo que había leche, “que el martes se presentó un problema fuerte y no pudimos comprar leche, estaban  vendiendo dos, pero la gente se desesperó, en la cola se formó un desorden y lo que decidieron fue vender leche pero Previo 1 y exigían la partida de nacimiento. Vamos a ver si hoy puedo comprar. Una cuñada que venía de terapia en el CDI compró y dijo que había bastante”.

“Anoche estaban robando. Pasaron dos chamos en una moto, el parrillero se arrecostó  hacia un lado y le arrancó la leche a una  señora que iba por la acera  y se fue”, narró un señor que hacía la cola.

Ana González, hacía cola desde las seis de la mañana y precisó: tengo mucho tiempo sin tomar leche  y en este momento de tanto esperar, lo que tengo es hambre y por este lugar no hay quién ofrezca ningún tipo de comida, pero de aquí no me voy a ver si puedo lograr comprar aunque sea un kilo.

No más colas

“Esta es la cola que demuestra la patria que tenemos. De verdad no tengo nada en contra de este Gobierno, pero no es posible que la gente siga permitiendo este tipo de situaciones. Ya basta, abran los ojos, sobre todo las madres que hacen la cola por un miserable kilo de leche, aunque no se le debe decir miserable porque es alimento para nuestros hijos. Ya no más por favor”, dijo Yeisy Martínez, quien se trasladó desde Altos de Paramillo.

“Estoy aquí desde las seis de la mañana porque necesito leche para mi hija de 17 años que es estudiante de bachillerato. Vivo en la Machirí, me informaron que había este producto y de inmediato me vine, no estoy de acuerdo con lo que está pasando pero debo hacer el sacrificio”, refirió Herlinda Moncada.

“Hasta donde hemos llegado y quién  sabe qué más hace falta y mientras tanto los niños están muertos de hambre y nosotros los viejos no recibimos ninguna  consideración. El Gobierno debe solucionar los problemas evitando en todo momento el derramamiento de sangre. Con esta  situación no se puede ni trabajar, porque si lo hace, no consigue el producto que tanto se necesita en casa”, apuntó.

Hace cola cada ocho días, “porque no tiene tiempo; debo lavar y planchar casi toda la semana para luego poder adquirir los productos”, agregó.

Mucho desorden

“¿Cómo es posible madrecita que tengamos hacer una cola desde la cinco, seis de la mañana? Muchas madres tienen que dejar los niños por ahí  para  poder venir, y ahora nos enteramos que hay problemas en el terminal, que protestan en la ETI, los profesores deben dialogar con sus alumnos para que se llegue a un acuerdo. Estamos cansados de tantas colas, mi mamá está acostada en una cama y yo tengo que hacer una larga cola para poder comprar la leche y además debo venir desde Sabaneta en la carretera vieja del llano”, agregó Elide Roa.

“El problema es que compra leche quien tiene suerte, porque llega este alimento y dura uno o dos días, incluso horas, esta situación es triste, nos toca hacer cola de manera obligada para poder comprar los productos de primera necesidad. El llamado es al Gobierno para que solucionen esta situación, porque de lo contrario lo que va es a traer un caos completo en el país”, indicó Fernando Pernía Ramírez, quien reside en el municipio Cárdenas.

Rogando comprar leche

Otra señora, quien tiene tres hijos, hacía cola mientras rogaba que consiguiera leche. Vive en La Florida, pero estaba pasando unos días en Boca de Caneyes debido a que su hijo, quien cumplió un año de nacido ayer 5 de marzo, estaba hospitalizado en el hospital general de Táriba, por lechina.

“Estoy esperando a que me entreguen los resultados del examen. Se lo llevo a la doctora por triaje, pero no quiero irme sin leche para La Florida.”

–No tengo nada de leche -sostuvo-. En los últimos días le he dado hasta chicha pero se pone duro del estómago, a pesar de que le doy jugo de lechosa o cambur.

Incidente

Mientras esto sucedía, un señor de la tercera edad, quien había comprado ya la leche en polvo, fue detenido por un funcionario policial. Presuntamente intentó cortar con un cuchillo a un trabajador del Garzón, hecho que obligó a llevárselo junto con el agredido a la comisaría.

Entretanto, en la salida de un supermercado de San Cristóbal, un señor estaba apostado en una de las avenidas y ofrecía a 400 bolívares el kilo de leche, producto que había comprado apenas hacía unos treinta minutos en el supermercado. Al ser consultado sobre el precio del producto dijo: vale 67 bolívares pero por la cola de cuatro horas que hice la estoy ofreciendo a 400 bolívares el kilo.

Nancy Porras

Fuente: lanacion.com.ve